Hemos visto desde mediados de febrero pasado un movimiento de alza en las principales bolsas americanas y al propio mercado accionario mexicano que llegó a estar muy cerca de su máximo histórico de septiembre de 2014.

 

¿Qué ha cambiado en términos fundamentales para una respuesta que entre 8 y 11 semanas generó un retorno entre 10 y 15% en sus niveles de cotización?

 

Desde nuestro punto de vista, por el lado de la economía americana el año inició con cierto temor por una expectativa de menor crecimiento, incluso falta del mismo, debido a la desaceleración económica mundial por China, Japón y la fuerte caída de los precios del petróleo y otras materias primas. Se hablaba en ese momento de un cambio de tendencia y había quienes estimaban caídas de 20% adicionales a las de -10% que llegó a tener a mediados de febrero.

 

Hoy, la economía de EU pudiera haber crecido cerca de 2.0% en el primer trimestre, apoyado por un aumento moderado en el consumo privado y gubernamental, además de un mejor trimestre para las inversiones privadas respecto al segundo semestre de 2015, que fueron mínimas. Sin embargo, los riesgos globales seguirán influyendo a tal grado que la Fed considera el debilitamiento global, China y la baja en los precios del petróleo como un factor de riesgo para su propia economía.

 

La expectativa de 3 a 5 aumentos de 25 puntos base que tenía la Fed en diciembre pasado cambió radicalmente y el tono fue mucho más “acomodaticio” a las condiciones actuales, a pesar de una fuerza laboral favorable y una inflación que se ubica entre 1.0 y 2.0% en estos momentos, pero que la propia Fed considera pudiera ser “transitoria”. Hoy, las probabilidades en el mercado para aumentar la tasa de interés se ubican hasta el último trimestre de 2016 y por ahora sólo muestran un probable movimiento de alza en este año.

 

A una semana de que inicien reportes corporativos la expectativa muestra un crecimiento negativo en las utilidades de las empresas americanas en general, del orden de -7 a -9%, afectadas principalmente por el sector energético.

 

Consideramos que el potencial de alza se reducirá pronto y las bolsas americanas iniciarán un sano movimiento de consolidación. En los últimos 15 años, durante abril la probabilidad de alza en el Dow Jones es de 50%, es decir, ya un volado prácticamente.

 

En el caso de la Bolsa en México, ha sido interesante el movimiento de alza que vivió entre el mínimo de enero y el cierre de marzo, cuando a pesar de ser un mercado “caro” en su valuación la pérdida de valor en términos de dólares hizo muy interesante la decisión de extranjeros de invertir en el mercado mexicano.

 

Hoy, la bolsa se encuentra muy cerca de su zona máxima histórica. Vendrán los reportes corporativos al primer trimestre del año que ayudarán a evaluar si existe la capacidad de alza en las empresas que conforman el índice accionario y lograr nuevos máximos. Por el lado económico, se espera un crecimiento de la economía al primer trimestre alrededor de 2.5%, apoyado por el consumo interno, pero con una mayor austeridad del gobierno ante la necesidad de disminuir su gasto público y lamentablemente el de inversiones.

 

Creemos que también debe consolidar antes de alguna señal técnica de alza y ver qué sectores seguirán siendo dinámicos al momento global actual.

 

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