SAN ANTONIO. No podía ser de otra forma para que contara. Los Warriors de Golden State empataron la marca de más partidos ganados durante una temporada regular, que disfrutaban en solitario los históricos Toros de Chicago de la temporada 1995-96 que comandaban Michael Jordan, Scottie Pippen y Dennis Rodman.

 

Los Spurs hicieron difícil la faena a los Warriors. Parecía que el partido iría a tempos extras, manteniéndose el empate o mínimas diferencias de uno u otro lado. Perjudicó temporalmente a los de Golden State que su astro, Stephen Curry, falló cinco intentos de tres puntos en la primera mitad. Pero aún sin el Curry de siempre, esa primera parte del juego terminó empatada a 35 puntos.

 

El tercer cuarto fue un vaivén de ventajas que llevó el juego a lo que se esperaba, una definición cardiaca con apenas un punto de ventaja para Warriors: 62-61. El último cuarto comenzó con una lucha reñida que, sin embargo, se fue abriendo poco a poco conforme avanzó el reloj en favor de los visitantes, que acabaron con la racha de ensueño de los Spurs, que se enfilaban a una temporada perfecta en casa.

 

Golden State tiene el miércoles una cita con la historia. Recibirá a los Grizzlies de Memphis y, de ganar, se convertirán en el equipo con mejor marca en una temporada regular de toda la historia. Según análisis de la NBA, antes de este duelo los Warriors tenían 31% de probabilidades de romper la marca. Ahora tienen 91% de hacerlo. Aunque quedará pendiente el título, porque el equipo de Jordan de hace 20 años terminó su temporada de ensueño con la etiqueta de campeón.