Simeone devora al campeón de Europa. El rey ha muerto. Una vez más sucedió en Cuartos de Final de Champions League, que se ha convertido en una verdadera maldición para los monarcas que defienden el título. Ayer fue el turno del Barcelona, quien sucumbió ante el Atlético de Madrid, equipo que poco a poco agranda su historia en la máxima competencia europea de clubes, y que lo logró con un ejercicio efectivo, de resistencia, pasión y sufrimiento ante el campeón actual, al que eliminó en su casa, el Vicente Calderón, con dos goles del francés Antoine Griezmann, para júbilo de la afición colchonera que festejó el global de 3-2.
Una hazaña más del conjunto rojiblanco, un bloque de una tremenda competitividad que supo aprovechar su momento en el primer tiempo, con el 1-0; después contuvo el arrebato ofensivo del Barcelona en la última media hora y, allá por el minuto 87, sentenciar el juego con un tanto vía penalti del internacional galo, para el 2-0.
El Atlético comenzó muy fuerte, con una presión muy adelantada y rápidas transiciones. Así, los locales tuvieron tres ocasiones de gol en los primeros siete minutos: Gabi (3’), Carrasco (4’) y Griezmann (7’). El Barcelona, muy lento, apenas podía contener el ímpetu rojiblanco. El premio al mejor juego del Atlético llegó poco después, en una mala salida de Jordi Alba, en la que Gabi robó el balón, pasó a Saúl, que centró y Griezmann se elevó en el primer palo para poner en ventaja a los madrileños (36’).
En los últimos minutos, todo el Atlético defendió en su propia área, pero sólo Suárez respondió, con un remate en el minuto 83 que detuvo Oblak. Por el Barcelona, Messi y Neymar estuvieron muy por debajo de su nivel habitual y no fueron decisivos. Con el Barça lanzado al frente, el Atlético sentenció en un contragolpe. Iniesta detuvo con la mano un pase de Filipe Luis y Griezmann, de penalti, marcó el segundo y definitivo al minuto 88, poniendo a los colchoneros de nuevo en Semifinales.