La restricción vehicular se convirtió en tema importante hasta que el Hoy No Circula volvió a pegar a las clases medias y altas, en las que están quienes usan las redes sociales, quienes trabajan en los medios de comunicación. Ahí donde están los que tienen una opinión que se escucha.

 

La versión inicial del Ho No Circula de 1989 incluyó a todos los autos, fue presentada como una medida temporal que como muchas otras cosas en este país se hizo indefinida. Los capitalinos con más recursos no tuvieron empacho en comprar uno o dos autos adicionales para torear la restricción.

 

hoy_no_circula_cuartoscuroEn 1997 llegó la exención de la restricción vehicular a los autos con convertidor catalítico y menos de 10 años de antigüedad, medida que fue considerada como anticonstitucional por la Suprema Corte, cuya decisión regresó a la circulación cientos de miles de unidades que fueron, junto con los calores de primavera, lo que le faltaba al aire para ser irrespirable.

 

Cuando la autoridad y su negligencia de no hacer nada para combatir la contaminación se vieron sorprendidos por los más de 200 puntos Imeca de ozono de hace unas semanas, llegaron las medidas emergentes. Evidentemente, si éstas no se aplican sólo en los bueyes de mi compadre y llegan hasta nuestros garajes actuamos, escribimos, opinamos en consecuencia.

 

La indignación de las clases sociales que pueden tener un auto más nuevo se deja sentir sin tomar en cuenta que hay quien desde 1989 ha tenido que dejar su auto sin usar una o dos veces a la semana. Pero aquellos no se escuchan, sólo se acostumbran.

 

Y peor que eso, se genera más indignación social por los colores que no circulan que por las partículas suspendidas que, ricos y pobres, respiramos  en niveles que ya ponen en peligro la salud.

 

Sería indispensable que la medición de la calidad del aire fuera auditada, incluso crear un organismo autónomo.

 

Resulta curioso, por decir lo menos, que después del fatídico 6 de abril cuando se aplicó el doble Hoy No Circula, nunca más se han rebasado los 150 puntos Imeca, a pesar de que históricamente la contaminación siempre ha sido más alta a las 5 de la tarde y estos días milagrosamente ha bajado invariablemente por debajo de los 149 puntos.

 

Lo que tenemos ahora es la expectativa de qué ocurrirá a partir del 1 de julio. Algunos adelantan que habrá de extenderse la restricción general hoy vigente. Lo cual es cierto, porque la decisión de quién circula o no, será determinada por la verificación ambiental.

 

A pesar del peligro que tiene la verificación más estricta ante las garras de la corrupción, si esta será la decisión de autoridad, lo peor que podemos hacer como ciudadanos es comprar un auto viejo de refacción.

 

La decisión económica correcta a nivel de finanzas personales será conseguir un auto lo más nuevo y lo menos contaminante que se pueda.

 

A nivel de gobierno habría que esperar decisiones económicas del tamaño de prohibir la venta de gasolinas que tengan altas concentraciones de azufre, como actualmente sucede.

 

También tienen que tomar la decisión económica de poner como límite para el transporte público unidades de no más de cinco años de antigüedad.

 

Para tomar estas decisiones económicas y muchas otras políticas hace falta, de entrada, que la autoridad se asuma como autoridad, sin miedo al costo de hacer lo correcto.