La cadena de renovación vehicular en México se ha visto frenada por la gran cantidad de autos chocolate que ha entrado al país (principalmente desde Estados Unidos) en la última década, lo que satura la oferta de autos de segunda mano, devaluando el valor de las unidades. Esto provoca que los usuarios prefieran permanecer con sus autos viejos más tiempo antes que renovarlos, coincidieron especialistas.
Mientras que en países con economías similares a la de México los usuarios de automóviles los renuevan cada cuatro años en promedio, la mayoría de los mexicanos dejará pasar al menos seis años antes de cambiar su unidad.
De acuerdo con estimaciones de TIP México, compañía especializada en la administración de flotas para empresas, 60% de los mexicanos que adquiere un auto a financiamiento pensará en cambiar su unidad entre tres y cinco años después haber terminado de pagarla.
En tanto, cuatro de cada 10 consumidores pensarán cambiar sus vehículos entre uno y tres años posteriores a que liquiden su deuda.
Cabe señalar que 70.5% de las personas que adquirió un crédito automotriz durante 2015 lo solicitó a un plazo de tres años o más.
México tiene un potencial de venta de autos nuevos de dos a 2.5 millones de unidades al año, de acuerdo con estimaciones de IHS Automotive, sin embargo, el país vendió 1.3 millones de vehículos durante 2015 debido a la falta de dinamismo en la cadena de renovación vehicular.
“En otros países la renovación vehicular se da de manera más dinámica, esto debido a que no tienen este exceso de oferta en los autos en circulación que tenemos nosotros, generado por ocho millones de autos usados importados de Estados Unidos”, indicó a este diario Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Por su parte, el director de Mercadotecnia de TIP México, Ricardo Díaz, comentó en entrevista telefónica que el tiempo recomendable para la sustitución de un vehículo es a partir de los tres o cuatro años.
Y es que, explicó, entre los 40 y 48 meses de vida de un auto el costo operativo empieza a superar el beneficio económico de lo que representa.
“Una unidad de cinco años tiene costos más altos que una unidad de tres años. Estos se incrementan conforme a la edad del auto. Hoy en día los usuarios empiezan a ver los beneficios palpables en tener vehículos más recientes, por lo que en el mediano plazo podremos empezar a ver que se acorta el tiempo para la renovación”, indicó Díaz.
Pero acelerar la cadena de renovación vehicular también dependerá de que en el país se aprueben normas más estrictas respecto a la entrada de vehículos usados de importación y de condiciones físico mecánicas de las unidades que circulen en el país, a fin de rejuvenecer el parque automotriz, concluyó el presidente de la AMIA.
Armadoras aprovecharían incentivos fiscales
El presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Prieto Treviño, acudió ayer a la Cámara de Diputados para impulsar la iniciativa del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en relación a beneficios fiscales para quienes adquieran automóviles eléctricos e híbridos; ahí aseguró que si el proyecto es aprobado, habría un esfuerzo de la asociación para lograr “precios accesibles”.
“Estaremos trabajando por un lado en que la iniciativa promueva la exención en ciertos vehículos o la reducción de impuestos y que esto pueda contribuir a que los precios sean más accesibles”, detalló.
Además, la AMDA buscará esquemas con las financieras y los bancos para obtener un financiamiento más redituable en término de plazos y de tasas para poder vender más estos automóviles: “La utilización de estos vehículos en nuestro país es prácticamente raquítica”, aseguró.
Datos
- 25.5 millones de vehículos ligeros circulan en el país
- 10.9 millones de autos nuevos se vendieron en la última década
- 7.5 millones de coches chocolate se importaron entre 2005 y 2015
- 280 mil unidades seminuevas se comercializan en promedio al año