NUEVA YORK. Pese a hacerse de un amplio triunfo en Nueva York, el precandidato republicano Donald Trump mostró abiertamente su temor de que ganar más delegados que sus compañeros no sea suficiente para conseguir el “ticket” dorado a la Casa Blanca y declaró la guerra al Partido.

 

Trump destacó que “nadie puede ganar delegados si no es con votos” y dijo que “no nos pueden quitar una elección como intentan”, en referencia al posible escenario adverso que enfrentaría si no consigue el número de delegados necesario para ser proclamado candidato antes de la convención republicana.

 

En su discurso de celebración, frente a decenas de periodistas y seguidores, Trump no nombró ni una vez a Clinton, pero sí le dedicó críticas y advertencias al partido republicano, quien podría tener la última palabra en la convención del partido en julio para elegir al candidato.

 

“Iremos a la convención como ganadores y nadie podrá quitarnos la elección a la manera como se las gasta el partido republicano”, señaló el magnate.

 

Trump dejó claro que usará la carta de la superioridad numérica y restará legitimidad democrática al contrincante que intente batirle en la convención gracias a la derivación de votos de los precandidatos que vayan retirándose de la carrera. (Con información de EFE y CNN)