BERLÍN. Decenas de miles de pasajeros están afectados hoy por las huelgas de advertencia del personal de tierra convocadas por el sindicato Verdi en seis aeropuertos alemanes para exigir aumentos salariales, a un día de la próxima ronda de negociaciones en el sector público.
En el aeropuerto de Fráncfort, el personal de tierra ya no trabaja desde primeras horas de la mañana.
Sólo en este aeropuerto, el principal nudo de comunicaciones aéreas de Alemania, la cifra de vuelos cancelados asciende hasta el momento a 392.
En el aeropuerto de Colonia/Bonn -con 103 cancelaciones de los 276 vuelos previstos-, los bomberos habían dejado de trabajar a primeras horas de la mañana, lo cual, por razones de seguridad, imposibilita llevar a cabo despegues y aterrizajes, indicó una portavoz del sindicato.
También se ha sumado a la huelga el personal de tierra del aeropuerto de Múnich, donde desde esta mañana se han suspendido los controles de seguridad.
Los otros tres aeródromos afectados son los de Dortmund, Düsseldorf (48 cancelaciones de 590 vuelos previstos) y Hannover (25 anulaciones), después de que ya ayer el de Bremen tuviera que suspender sus operaciones durante unas cuantas horas.
También se están registrando cancelaciones en el aeropuerto de Berlín, alrededor de unas 100, a pesar de que ni en Tegel ni en Schönefeld el personal de tierra había sido convocado a ir a la huelga, mientras que en los de Leipzig/Halle y Dresde ha habido 40 anulaciones y en Hamburgo, 62.
Las aerolíneas alemanas Lufthansa y Air Berlin se han visto obligadas a cancelar centenares de vuelos y pasar a los pasajeros a otros o redirigirlos al tráfico ferroviario.
En declaraciones que publica hoy el diario Süddeutsche Zeitung, el presidente de Verdi, Frank Bsirske, defendió las huelgas de advertencia, cuyo objetivo, argumentó, es agilizar las negociaciones sobre el convenio salarial.
“Espero que llegue el mensaje y que en la tercera ronda (de negociaciones) el jueves y le viernes alcancemos un acuerdo”, señaló.
Con los paros, Verdi responde una oferta que implica una pérdida de salario real para los empleados, precisó.
En tanto, el titular del Interior, Thomas de Maizière, calificó de desproporcionada las huelgas de advertencia en los servicios públicos.
“No existe ninguna razón sensata para convocar a una huelga precisamente en aeropuertos importantes y en los hospitales de Berlín. De esta manera, los sindicatos sólo perjudican a terceros”, declaró el ministro en un comunicado.
Es “tanto más molesto” cuando no hay motivo alguno teniendo en cuenta la marcha de las negociaciones, que se están llevando de manera constructiva y objetiva, afirmó.
La última oferta de un aumento salarial del 3% presentada a los sindicatos, además de otras concesiones, es algo de lo que “primero habría que hablar, antes de ir a la huelga”, dijo.
“Evítenle las molestias a los ciudadanos y busquen con nosotros soluciones en la mesa de negociaciones”, exigió.
Con esta nueva convocatoria, Verdi quiere aumentar la presión sobre el Estado y los municipios en la disputa por el nivel salarial en el sector público, para el que exige un aumento del 6%.
En noviembre pasado, el personal de cabina de Lufthansa participó en la mayor huelga en los 60 años de historia de la aerolínea con un paro de siete días, que reportó pérdidas a la empresa por un valor de alrededor de 140 millones de euros, a sumar a los 130 millones de euros que costó la ronda de acciones de protesta de los pilotos. dmh