México debe ocupar en el mundo un lugar de mayor influencia. Es momento, señaló la canciller Claudia Ruiz Massieu, de salir a defender sus intereses y cambiar su política exterior hacia un lenguaje “bilingüe” que articule e interprete sus principios (especialmente el de no intervención) de acuerdo con sus necesidades, dejando de lado la rigidez que hasta el momento ha caracterizado su política exterior.

 

En su discurso para inaugurar el foro México Global, Ruiz Massieu adelantó los principales puntos de la redefinición de la política exterior nacional, los cuales irán hacia relajar el principio de no intervención, el cual -mencionó la Canciller- se creó en un momento en el cual la seguridad y soberanía nacional estaban en riesgo, por lo cual México determinó adoptar esta política para “blindarse” de una intervención o una invasión extranjera.

 

Mencionó que si México no se atreve a hablar “con fluidez” el idioma del interés nacional, no será posible definirlo y entonces “algo o alguien más” lo va a hacer por México.

 

“La política Exterior mexicana del siglo XXI debe ser bilingüe para entender el idioma de los principios pero también para empezar a hablar con mayor naturalidad el lenguaje de los intereses. Esto tiene que comunicarse y proyectarse: debemos hacerle saber al mundo que tenemos intereses, que tenemos claridad de cuáles son y contamos con las herramientas para alcanzarlos”.