El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, propuso legalizar el cultivo de la amapola y la heroína con fines medicinales, porque dicha medida ayudaría a solucionar problemas relacionados con la violencia en Guerrero.
El padre explicó que habitantes de la sierra carecen de oportunidades como acceso a la educación, por ello señaló que al legalizar el narcótico algunas familias tendrían la posibilidad de poder subsistir, informó Quadratín.
“Soy de esa opinión, por qué no legalizar la amapola y la heroína con fines medicinales como lo ha hecho Estados Unidos con laboratorios Bayer desde 1980, sería una de las salidas de nuestro México y nuestro estado para transformar la goma de opio en un producto medicinal”, sostuvo.
En tanto, el religioso expresó que el diálogo entre autoridades de gobierno y el crimen organizado permitiría escuchar sus puntos de vista.
“Dialogar con ellos (crimen organizado), por qué no, escuchar sus puntos de vista, por ejemplo yo creo que ellos tienen que dialogar más son las instituciones a nivel federal, de ahí dependen los recursos”, apuntó.
Salvador Rangel advirtió que si no existe un acercamiento con los grupos delincuenciales y tampoco se atienden a los grupos necesitados con una posible legalización de amapola, entonces podría existir un levantamiento armado.
“Recuerden que el hambre es la madre de todas las guerras y si no se les ayuda entonces sí podría haber hasta un levantamiento de armas”, subrayó. (Con información de Quadratín) jr