¿Te imaginas estar flotando en agua caliente, mientras te mecen suavemente a ritmo de una bella melodía, iluminado solo por la luz tenue de unas velas, envuelto por la fragancia del aroma de incienso, mejorana, naranjo o canela?
Este exclusivo tratamiento de hidroterapia se lleva a cabo dentro de una alberca Watsu a una temperatura ideal para la relajación máxima del cuerpo. Mezcla masajes con aceites y shiatsu, con el fin de evocar serenidad y calma dentro del agua a un nivel en el que sentirás que tu cuerpo flota más allá.
Una característica que diferencia al Watsu del masaje y de otras terapias corporales, es que da la oportunidad de trascender lo físico. Porque con una relajación tan profundamente cómo es posible, en la calidez e ingravidez del Watsu, la mente puede dejar de “parlotear” y cuando la mente y el cuerpo están en paz, lo que queda es la esencia fundamental del “Ser”.
Tener el cuerpo sumergido en el agua, permite aprovechar el estado de ingravidez para liberar los músculos y articulaciones. El contacto con el agua genera entonces una libertad de movimientos que hace que esta técnica de masaje sea una de las más relajantes que existe. Podemos decir, en su nivel más simple, que es un masaje flotante.
Los beneficios más destacados del masaje Watsu son:
*Reduce los niveles de ansiedad y estrés
*Sensación general de bienestar
*Mejora en la calidad de sueño
*Recuperación física tras un entrenamiento intenso
*Reduce el dolor en general
*Mejora el sistema digestivo