La población de vaquita marina es de 60 especímenes, cifra que la pone en alto riesgo de extinción si no se toman medidas urgentes, advirtió Omar Vidal, director general del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por su siglas en inglés) en México.
Vidal explicó que en 2014 se contabilizaron 97 vaquitas, pero en el conteo 2015 de Semarnat ya sólo había 60 especímenes vivos, una disminución de 40%.
“Aún es posible salvar a la vaquita, pero ésta es claramente la última oportunidad”, comentó durante una conferencia de prensa.
Aseguró que los esfuerzos deben de incluir el cierre por un año de las pesquerías en las zonas cercanas a su hábitat natural.
Otra medida es que la recién creada Gendarmería Ambiental debe de cuidar que no haya pesca ilegal en esa zona, principal causa de mortalidad de la vaquita.
Finalmente, las autoridades deben de asegurar que la pesca en la región sea con técnicas que no afecten al mamífero marino e impulsar fuentes de empleo alternativas.
La disminución de la población de vaquitas es más grave si se toma en cuenta que el gobierno federal autorizó 70 millones de dólares de indemnización para pequeños pescadores afectados por la prohibición (por dos años) del uso de redes de enmalle, donde quedan atrapadas accidentalmente.
Desde 1997, los censos de población de la vaquita marina indican una disminución constante del número de especímenes, por ejemplo, entre 1997 y 2008 se perdió de manera anual 8.4% de vaquitas; de 2008 a 2012 la disminución fue de 4.5%, pero en el periodo de 2012 a 2015 la desaparición de la especie llegó a 18.5%.
El director de WWF recordó que en 2013, el presidente Enrique Peña Nieto creó un comité asesor multidisciplinario para plantear medidas urgentes que permitieran salvar a la vaquita, especie que es amenazada por la pesca ilegal de totoaba, pez de alto valor en el mercado negro.
“Prácticamente se perdió un año en los esfuerzos para salvar a la vaquita. Las 60 vaquitas que el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) estima que sobrevivían en diciembre, probablemente se redujeron 20% más debido a que fueron atrapadas y se ahogaron en la pesca descontrolada de la totoaba entre enero y abril de 2016”, dijo Vidal.