Las personas que sufren constantes dolores de cabeza y que usan analgésicos pueden emplear otras medidas como la acupuntura, relajación, biorretroalimentación y un manejo del estilo de vida, aseguró el Instituto Mayo Clinic.
La mayoría de las personas que padecen dolores de cabeza de forma continua acuden con su médico para que los valore y les brinde alternativas de tratamiento, donde sobresalen los medicamentos, indicó el organismo de salud en un comunicado.
Para aliviar los dolores de cabeza se pueden usar una amplia gama de terapias, que van desde las medicinas de venta libre a los antiinflamatorios no esteroides como el ibuprofeno, o los fármacos neuropáticos como la gabapentina.
También se pueden utilizar los opioides fuertes que se venden solo con receta, como la morfina, la oxicodona, la hidrocodona y el fentanyl.
Los medicamentos pueden ser un tratamiento continuo viable para el dolor crónico, pero su consumo puede presentar efectos secundarios, en especial cuando se usan de forma prolongada.
El Instituto recordó que las investigaciones demuestran que los beneficios por el consumo prolongado de estos medicamentos es poco y la presencia de complicaciones es alta, como la depresión, irregularidades hormonales y riesgo de adicción.
Ante esta situación, los expertos recomiendan otras alternativas contra la cefalea, como las inyecciones en el punto álgido, los bloqueos de nervios periféricos, los procedimientos de columna guiados por imágenes y la colocación de dispositivos médicos, tales como los estimuladores de la médula espinal.
Otros procedimientos de menor invasión son: la acupuntura que consiste en introducir agujas finas en puntos específicos de la piel, las cuales pueden ser útiles para reducir la intensidad y la frecuencia de los dolores de cabeza.
También está la biorretroalimentación que puede ser útil, porque con esta técnica se reduce el dolor de cabeza mediante una mayor concienciación y posterior cambio de las respuestas corporales ante el dolor, como tensión muscular y frecuencia cardíaca.
El organismo determinó que algunas tácticas para controlar el dolor, si bien no permiten librarse de este, ayudan a sobrellevarlo mejor.
Por ejemplo, un tipo de consejería llamado terapia cognitiva conductual por lo general beneficia a las personas que lidian con dolor crónico, ya que se examina la forma negativa en la que una persona puede pensar sobre el dolor o reaccionar ante este.
Además, se aprende a cómo reestructurar los pensamientos y conductas para controlar mejor la vida, pese al dolor, y seguir adelante de forma sana y productiva.
Los expertos indican que existen pruebas claras en relación a que la terapia cognitivo conductual no sólo es capaz de mejorar el dolor de forma significativa y prolongada, sino de manera simultánea permite un mejor funcionamiento a diario.
Otras técnicas que pueden ayudar a reducir el dolor son el control del estrés, tácticas de relajación, fisioterapia y terapia ocupacional, terapia del sueño y manejo del estilo de vida.
Los médicos recomiendan a los pacientes a trabajar con un especialista en el control del dolor para crear un plan que controle este malestar y que les permita recuperar sus actividades normales.