La visita de Mikel Erentxun esta semana a la CDMX será una ocasión que el cantautor seguramente recordará durante el resto de su vida. Apenas había pisado tierra mexicana el avión que le trajo desde Perú, donde se presentó con el proyecto que le dio fama internacional, Duncan Dhu, cuando tuvo que ser hospitalizado por una infección gastrointestinal.
Mientras le ponían el pijama, lo llevaban en camilla y le clavaban una aguja en el brazo para suministrarle suero, el músico de origen venezolano recordó la dura experiencia que vivió hace tres años, cuando tuvo que ser operado de emergencia por una obstrucción arterial que casi le costó la vida.
“Hace dos días estaba por Perú actuando tranquilamente ante miles de personas con Diego Vasallo (su compañero musical), y de repente estás en el hospital. No cabe duda de que somos muy frágiles”, dijo el compositor ayer, durante una entrevista con 24 HORAS.
“Los que hemos tenido un susto importante, sí que valoramos la vida de otra manera”, añadió.
De aquella amarga experiencia que le provocó una dolencia cardiaca resultó Corazones, el álbum que lanzó en 2015, y en el que plasma una reflexión sobre la cardiopatía que le llevó al hospital, además de funcionar como un ejercicio de autoafirmación, grabado en analógico y con casi todos los instrumentos tocados por él.
Ese mismo año lanzó A corazón abierto, el álbum en vivo que grabó el 1 de octubre de 2015, en el estudio Moon River de Santander ante 50 espectadores, en acústico y tan sólo acompañado de guitarra y armónica.
“Al final, no hay mal que por bien no venga”, señaló el intérprete. “Yo aprendí mucho de la experiencia del corazón y encima escribí un disco entero, que quizá nunca habría hecho de no haber llegado al hospital, así que viéndolo de otra forma, saqué mucho provecho”.
El también productor de 51 años realizará esta noche el segundo concierto para presentar A corazón abierto en la capital mexicana, luego de que por problemas de salud tuvo que cancelar su actuación del domingo en el Bar Caradura y reprogramarlo para anoche.
“El concierto de hoy es una aproximación acústica a ese universo del corazón, es una versión más cercana, más íntima, que es algo que yo tiene muchos años que lo hago en España, pero que nunca lo había traído a México”, concluyó Erentxun.