Maestros de primaria no fueron los únicos en ser rapados y retenidos el martes en Comitán, también un grupo de ocho administrativos del plantel 10 del Colegio de Bachilleres de Chiapas (Cobach) terminaron como víctimas.
Hugo Ernesto Ballina Urbina, director del plantel y uno de los maestros agredidos, aseguró que junto a los integrantes de la Organización Proletaria Independiente Emiliano Zapata (OPIEZ), había maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes a cambio de su libertad exigieron que el Cobach aceptara por escrito su adhesión al movimiento magisterial disidente.
“En el caso nuestro, maestros venían en el contingente donde nos raparon a nosotros. Parece que somos compañeros pero en realidad no”, dijo.
El martes 31 de mayo, un grupo de personas que en principio se pensaba que eran profesores de la CNTE, retuvieron en dos momentos a 14 personas, a quienes raparon por tratarse de “traidores” a la causa magisterial.
El primer hecho fue alrededor de las 9:00 de la mañana, cuando retuvieron a seis profesores de primaria quienes llevaban listas de asistencia de profesores y notificaciones de despidos.
Horas después, al filo del mediodía, otro grupo, esta vez integrado por administrativos del Cobach, ubicado en Comitán, fue retenido. Ellos eran ocho, de los cuales dos son mujeres.
Ernesto Badilla no sólo identificó a Calvo López como uno de sus agresores.
“Caminamos unos 600 metros y en el mismo lugar donde a los otros (maestros), que es donde trabajan ellos, ahí nos rapan a nosotros, con la gran diferencia de que cuando nos rapan no nos soltaron. En cambio a nosotros nos retienen más de cuatro horas”, recordó.
Durante este tiempo hubo una negociación entre los integrantes de la OPIEZ y representantes de Gobierno estatal y de Bachilleres para la liberación, la cual sólo se concretó luego de que las autoridades aceptaran el paro en el Cobach.
“Tuvieron que firmar un documento para que nos dejaran libres. Ahí la Coordinación impuso que no se abran los planteles y que no se esté trabajando en espacios alternativos porque si no va a seguir lo del corte de pelo y las intimidaciones”, relató.
Desde que comenzó el actual paro (el 15 de mayo pasado), los disidentes cerraron por la fuerza el plantel donde él trabaja, por lo que junto con otros administrativos se fueron a un domicilio particular como sede alterna.
“En el caso nuestro está muy claro, es gente que simpatiza con la Coordinadora, no sé qué convenios hayan tenido, pero sí me consta que ellos fueron los que me raparon”, contestó Ballinas Urbina cuando se le preguntó sobre las relaciones políticas de esta organización de comerciantes.
“Nos trató re mal (Santiago Calvo), no se vale que entren a tus espacios, a mí me robaron todo el equipo de cómputo”, apuntó Ballina.