Un perfecto cabezazo de Paolo Guerrero mediado el segundo periodo desatascó a su equipo ante Haití en un choque en el que Perú fue de menos a más, tras mostrar dudas en algunos tramos del encuentro.
Pese a que Perú no hizo un gran encuentro, su victoria fue merecida, ya que su rival apenas apareció en ataque, aunque si consiguió que los peruanos no se sintieran cómodos.
Lo mejor para Perú fue el resultado tras un encuentro poco brillante en el que cualquier otro marcador habría complicado mucho sus aspiraciones de acceder a cuartos de final.
Pese a ello, los primeros minutos de juego transmitieron la sensación de que Perú iba a encontrar con cierta facilidad el camino de la victoria porque su dominio fue intenso ante un equipo haitiano que no entró en el partido con la intensidad esperada.
Sin embargo, pasados los diez minutos de juego, el encuentro había dado un giro notable, ya que, por una parte, desapareció la fuerza inicial del equipo de Ricardo Gareca y, por otra, su rival se asentó sobre el terreno de juego.
Perú perdió el control del partido y aunque recuperaba con cierta facilidad la pelota, sus jugadores no eran capaces de conducirla con precisión hacia las proximidades de la meta de Placide.
No encontraba el conjunto peruano la forma de dominar con autoridad la zona ancha por errores propios y también por el fútbol intenso y presionante de su rival, al que le faltaba mostrar peligro en las aproximaciones a la meta de Pedro Gallese.
La mejor ocasión para Haití en el primer periodo llegó en una falta lanzada por Mechack que salió alta por muy poco y a la que dio réplica el equipo de Perú con dos opciones para marcar, una por parte de Guerrero que no remató bien un pase de Cuevas y la segunda en un pase de Guerrero a Flores que remató al poste.
Esta segunda opción se produjo n el último minuto del primer periodo de un partido en el que Perú dio la sensación de ser un equipo más potente que su rival.
Sin embargo, también se mostró incapaz de confirmar esa dinámica con oportunidades claras y con una dinámica futbolística que le permitiera controlar el partido ante un rival que suplía a base de intensidad su falta de experiencia.
Perú tuvo más presencia en los primeros minutos del segundo tiempo, pero al equipo le faltó profundidad y, sobre todo, acierto en los pases claves ante un rival que apenas se prodigaba.
Placide desbarató una buena opción de Revoredo (m.59) en una acción que anunció el gol que iba a llegar un minuto después cuando un perfecto centro de Edison Flores fue rematado de cabeza, de forma impecable y libre de marca, por Paolo Guerrero.
El gol cambió la dinámica del encuentro, ya que los peruanos se tranquilizaron y durante algunos minutos recuperaron su estilo ante un rival que no era capaz de maniatarle, tal y como había ocurrido en el primer periodo.
En el tramo final del choque, Haití se vio obligado a buscar el tanto del empate, pero lo hizo sin convicción, ante un rival que controló el ritmo del partido en su tramo final, aunque en el último suspiro del encuentro Belfort despedició una ocasión de gol increíble.