Los grupos políticos han secuestrado el derecho de la comunidad LGBT al matrimonio.

 

Cuando, en 2010, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, refiriéndose al tema, señaló que “la Constitución Federal consagra el principio de igualdad y prohíbe la discriminación”, se veía superada esa exclusión legal en México.

 

El paso ya se dio en la CDMX, y con la iniciativa presidencial enviada al Congreso recientemente, se puede avanzar en el resto del país.

 

Pero existe un riesgo: hay un grupo de políticos que están dispuestos a tomar ese derecho y ponerlo a consulta. O simplemente cancelarlo a cambio de votos.

 

El discurso convierte ese derecho, de toda una comunidad, a un mero objeto electoral. Lo pone al nivel de una despensa y los políticos que aceptan esa posición están dispuestos a entregarlo a cambio de seguidores.

 

Es un claro ejemplo de cómo, a pesar de haber sorteado los obstáculos legales, hay quienes toman un derecho y lo secuestran.

 

Los derechos en el tiempo

 

Hubo un tiempo en que la mujer no tenía derecho al voto. Era impensable.

 

Los argumentos para la defensa de esa postura eran 100% sexistas. Finalmente, después de años de lucha, la mujer logró ese derecho. Y la ley lo protegió.

 

Negros y blancos

 

Con la muerte de Muhammad Ali, muchos recordamos que, hace un tiempo no muy lejano, había bares, restaurantes y baños para negros y para blancos. En Estados Unidos era inconcebible ver a un negro en una zona de blancos.

 

El mismo Ali recordaba cuando, regresando de los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960, quiso comer en un restaurante y le negaron el servicio por ser negro.

 

--Aquí no servimos a negros, le espetó una mesera al campeón olímpico.

 

¿Cómo? No sólo era un ciudadano estadunidense, sino que, además, representó a su país en una competencia mundial en donde quedó en primer lugar. En una entrevista recordaba su sentir al ver ondear la bandera de las barras y las estrellas, al recibir la medalla y su posterior desconcierto al enfrentarse al racismo. En algunas zonas de EU, no era más que un negro.

 

De hecho, una parte importante de la historia de Ali se debe a su postura y a su lucha contra la segregación racial. Al paso de los años, esa discriminación salió de las leyes, y la comunidad marginada adquirió el derecho de la igualdad. Con base en la batalla de miles de personas, se superó esta exclusión legal.

 

¿Qué pasaría si por una cuestión de votos viniera alguien y nos dijera que los derechos mencionados podrían someterse a referéndum que para ganar más sufragios hay que repensar, quitar o replantear esos derechos?

 

El derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo es un caso similar. Estamos ante la arrogancia de unos cuantos, de tomar un derecho y guardarlo en el armario por miedo a perder votos. O, igual de cuestionable, frente a políticos que se hacen a un lado y le restan importancia a ese derecho para evitar el riesgo de perder puntos en sus números frente a la próxima elección.

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