Entiendo por qué los políticos españoles están tan preocupados de que les votemos el domingo 26 de junio. Y lo entiendo, porque la mayoría de ellos no saben hacer otra cosa más que eso: ser políticos. Es más, si no existiera el noble oficio de la política, muchos estarían desempleados.

 

La mayoría de ellos son prestidigitadores de la palabra, encantadores de serpientes que sufren de incontinencia verbal, pero que, a la hora de llevar todas sus promesas a la práctica, se quedan en el aire que pulula de un lado a otro muriéndose en el eco de la nada. Eso sí, estos días bajan a la arena de los mortales. Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias están por todos lados. Tanto, tanto, que están en medio como el jueves.

 

Rajoy va de besucón, besa a las ancianas, a las jóvenes, a las niñas, cuando, en el fondo, no le va mucho.

 

Pedro Sánchez agarra a los niños a pares, cuando tampoco le gustan. No parece muy niñero.

 

A Rivera y a Iglesias sí les va el baño de masas. Ese rollo de los bares y las tapas y la cervecita. Además, les gusta que les digan lo guapos y simpáticos que son.

 

Pues ahí van los “Cuatro Fantásticos”, los cuatro jinetes del Apocalipsis, con su lenguaje lleno de circunloquios, que no tienen nada que decir más allá de que les demos el voto. Pero, claro, son ya muchos años los que llevamos dando nuestra confianza a unos políticos que sirven para muy poco.

 

No puede ser que sigamos enfrascados en una crisis de la que no salimos, de un desempleo galopante y de una sociedad donde hay cada vez más pobreza.

 

Ante esto sólo vemos corrupción y más corrupción. Lo que durante muchos años estaba soterrado, hoy aparece un día sí y otro también, nuevos casos de corruptelas de todos los partidos políticos. Sin embargo, nadie va a la cárcel, y mucho menos devuelven el dinero. Pero, ¿cómo van a devolver el dinero que tanto trabajo les ha costado? Me refiero al trabajo de idear cómo trincarlo y evadirlo. No es fácil. Requiere de toda una ingeniería financiera sofisticada, y eso es mucho esfuerzo. Digo yo que todo el tiempo que utilizan para ver cómo se lo llevan podrían utilizarlo para hacer cosas de provecho para la comunidad. Creo que entonces sí les votaríamos.

 

Es muy probable que vuelva a ganar el Partido Popular de Mariano Rajoy. Pero es muy posible también que no obtenga los suficientes diputados para poder formar Gobierno. Si ocurre ese escenario, tendrían que negociar con otras fuerzas políticas. Pero son todos unos ególatras que, además, no quieren dejar sus sillones. Por eso no creo que lleguen a ningún acuerdo. Ante un escenario así no serían descartables unas terceras elecciones.

 

De todos modos, sí habrá un vencedor y será el abstencionismo. Los ciudadanos están más que hartos de las mismas caras, los mismos políticos y de que aquí no se arregle nada más allá de los beneficios para ellos mismos.