El plazo se agota para que las más de ocho mil 500 asociaciones religiosas en el país se pongan en orden y entreguen al fisco su contabilidad electrónica. Después del 30 de junio, tal como lo anunció el Servicio de Administración Tributaria (SAT), iniciará un proceso de auditorías en caso de incumplimiento y de que se detecten irregularidades en la información reportada.
Como parte de la miscelánea fiscal de 2014, la autoridad estableció la obligación para las iglesias (asociaciones sin fines de lucro) de entregar su e-contabilidad, registrar en medios electrónicos sus ingresos y egresos, y empezar a emitir facturas electrónicas.
Desde la publicación del Régimen Aplicable para las Asociaciones Religiosas para el ejercicio fiscal 2015, en diciembre de 2014, representes de la iglesia católica externaron su inconformidad por la carga que implican las nuevas disposiciones que son obligatorias desde el 1 de enero pasado.
Consultado a finales de marzo, en el marco de la Asamblea del Consejo del Episcopado Mexicano, el especialista en religión Roberto O’farrill comentó que uno de los temas que preocupaban a los sacerdotes católicos era la obligación de reportar ante las autoridades hacendarias todos los servicios religiosos que brindaban.
“El SAT les envió un documento donde les notifica que están obligadas las asociaciones religiosas a dar recibos, y eso no tarda en convertirse en factura, y una factura causa IVA y eso de pagar IVA por un sacramento, pues no va”, manifestó el experto.
A propósito del tema, en febrero pasado, Aristóteles Núñez, jefe del SAT, señaló que las iglesias que no cumplan con estos requisitos o que tengan irregularidades en sus ingresos recibirán visitas de inspectores fiscales y tendrán que pagar los impuestos de las actividades que correspondan; sin embargo, no existe una fecha exacta para que inicien las auditorías.
Raúl Castro, especialista fiscal de la Universidad La Salle, el SAT analiza la información proporcionada por los contribuyentes y mediante estadísticas detecta comportamientos irregulares, pero para eso requiere un periodo de estudio, por lo que las auditorías no necesariamente iniciarán en julio.
“Este tipo de auditorías no se dan en el momento en el que concluye el periodo de declaraciones, pero el SAT puede girar órdenes para hacer auditorías en cualquier momento”, precisó.
El esquema fiscal de las iglesias es muy similar al que tiene cualquier otra asociación sin fines de lucro y no existe ningún requerimiento adicional de los que marca la ley.
“El nuevo esquema es totalmente congruente con cualquier asociación, como pudiera ser una ONG o una Asociación Civil, porque antes del cambio, no tenían la obligación de generar información sobre todas sus actividades ni generar comprobantes fiscales digitales”, explicó el especialista.