Rusia calificó hoy de inadmisible la actuación de los agentes franceses que detuvieron un autobús con “hooligans” rusos en el marco de la Eurocopa 2016 y llamó al embajador francés, Jean-Maurice Ripert, tras las detenciones de los aficionados.

 

“Tuvo lugar un incidente totalmente inadmisible, la policía paró un autobús con más de 40 aficionados rusos a los que exigieron bajarse del vehículo para comprobar sus papeles y su identidad”, declaró el canciller ruso, Serguei Lavrov, ante la cámara baja del Parlamento ruso.

 

Indicó que las autoridades francesas debían haber notificado la detención de los aficionados rusos al consulado ruso en Francia, cuyos diplomáticos se enteraron de lo sucedido a través de las redes sociales.

 

Los franceses se han comportado contrariamente a todos los compromisos de la Convención de Viena (sobre relaciones diplomáticas) y he transmitido ya un mensaje verbal al ministro de Asuntos Exteriores de Francia con la demanda de impedir violaciones de esta índole”, dijo.

 

Sobre las escenas de violencia con participación de hinchas rusos en Marsella, Lavrov reconoció que algunos se comportaron de forma inadmisible, pero agregó “no podemos hacernos de la vista gorda ante los intentos de obviar las acciones absolutamente provocadoras de aficionados de otros países”.

 

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó este miércoles de inaceptables los disturbios provocados por los hinchas en la Eurocopa en Francia y exhortó a los aficionados rusos a “no responder a ninguna provocación”, según la agencia rusa de noticias Sputnik.

 

“Por supuesto, hubo acciones ilegales por parte de los aficionados —me refiero a los aficionados de diferentes países, que protagonizaron disturbios en Marsella y otras localidades—, es inaceptable, esperamos que los aficionados rusos respeten las leyes del país en el que se encuentran”, dijo.

 

Después del primer partido entre Rusia e Inglaterra en la Eurocopa 2016, disputado el sábado pasado en Marsella y que culminó con un empate de 1-1, una treintena de hinchas rusos invadió el área de la afición inglesa, arrancó banderas y lanzó bengalas.

 

La UEFA (Unión de Federaciones de Fútbol Europeas) castigó a Rusia con una multa de 150 mil euros (poco más de 168 mil dólares) y una suspensión condicional de la Eurocopa 2016 por “los disturbios masivos, la conducta racista y el uso de pirotecnia”.