MADRID. Como ocurrió seis meses atrás y a pesar de que la figura de Mariano Rajoy fue la figura más rechazada durante las frustradas negociaciones para formar gobierno, el oficialista Partido Popular (PP) volvió a ganar las elecciones en España y también volvió a quedar lejos de conseguir la cantidad de diputados necesarios para tener la mayoría que le permite gobernar solo.
El PP alcanzaba 137 escaños, el PSOE 85 -7 menos que en diciembre, lo que significa el peor resultado de su historia-, 71 para la alianza entre Podemos y la Izquierda Unida -2 diputados más que en la elección anterior-, y 32 para Ciudadanos, que perdió 8 escaños en relación a diciembre. El PP ganó las elecciones en todas las provincias españolas con la excepción de Cataluña y País Vasco, donde se impuso Unidos Podemos.
El Congresos de los Diputados, cámara que se encarga de elegir al presidente del Gobierno en España, está compuesto por 350 diputados y la mayoría absoluta se fija en 176 escaños.
Los resultados obtenidos hasta ahora reflejan un Congreso en el que habrá cuatro fuerzas principales, pero ninguna con mayoría suficiente por lo que serán imprescindibles pactos para gobernar. Estos datos contradicen a las encuestas que auguraban un triunfo del PP más ajustado y situaban a la coalición Unidos Podemos por delante del PSOE.
Tras seis meses de incertidumbre política, los españoles no respondieron con mayor participación sino que en esta virtual segunda vuelta por falta de acuerdo político se registró un presentismo del 69.9%, una de las cifras más bajas desde la vuelta de la democracia a la península. En comparación con las elecciones de diciembre pasado, la participación cayó un poco más del 3%.
Entonces el PP tuvo 123 escaños, PSOE 90, Podemos 69 y Ciudadanos 40.