Sin emplearse a fondo, pero con un futbol efectivo, Alemania se impuso 3-0 a Eslovaquia en su duelo de octavos, para de esta forma instalarse entre los mejores ocho del torneo.

 

En un encuentro disputado en el estadio Grand Stade Lille, Jérome Boateng abrió el camino del triunfo a los ocho minutos de juego, seguido por Mario Gomez, en el 42’, y Julian Draxler en el 62’. Mesut Özil falló una pena máxima en el minuto 13.

 

La escuadra germana hizo valer esa condición de serio aspirante al título y desde el silbatazo inicial se lanzó sobre la meta de Matus Kozacik en busca de abrir el marcador para tener la tranquilidad de manejar el encuentro.

 

Apenas al minuto ocho ya tenía el marcador a su favor 1-0 con el tanto de Jérome Boateng, quien, con disparo de volea desde fuera del área en un mal rechace de la zaga rival en un tiro de esquina, superó a Kozacik con tiro raso.