La semana pasada tuvimos la oportunidad de empezar a hacer un análisis del momento en el que se ubican algunos de los estados de República en los que se llevaron a cabo elecciones en junio pasado.

 

Estamos iniciando con Tlaxcala, una entidad que tiene 1.3 millones de habitantes. La edad media de la población deberá estar cerca de los 30 años. La tasa de analfabetismo es de 4.0%. Se ubica en la región centro-oriental del país, colinda al Oeste con el Estado de México, al Noroeste con Hidalgo y al Norte, Este y Sur con Puebla. Es el estado de menor extensión territorial de la nación.

 

Durante 2015, la economía registró un crecimiento de 5.5%, por arriba del nacional. Se ubicó como el quinto estado en crecimiento, por debajo de Querétaro, Guanajuato, Baja California y Nuevo León.

 

Por sector, la actividad terciaria representa casi 63% de su PIB, es decir, la actividad comercial y servicios que incluyen el inmobiliario y de alquiler; la actividad secundaria representa 33% y destaca el sector industrial y de transformación, y la actividad primaria que apenas pesa 4%. Aquí destaca la cosecha de la hierbabuena, el maguey, la cebada y el haba verde, entre otros.

 

Así, al lado del estado de Puebla, aprovecha la instalación de naves del sector automotriz que ha sido uno de los motores del crecimiento en México y Estados Unidos. Tlaxcala destacó con el mayor crecimiento estatal en la actividad secundaria con 12.2% anual y como contribución al crecimiento nacional, se ubicó al cierre de 2015 en el lugar 19.

 

Un aspecto importante es que el estado NO tiene deuda. Sí, leyó bien. No tiene deuda pública. Seguirá gobernado por el PRI a través del licenciado Marco Antonio Mena Rodríguez. Hoy, el PRI-Verde Ecologista y Nueva Alianza cuentan con 40% en el Congreso, así que cualquier modificación en este sentido deberá aprobarse  en “consenso”.

 

Es probable que sea el estado quedeja buenas cuentas en lo económico, pero sabemos que existen temas sociales que deberán de trabajar para darle certidumbre y confianza tanto a empresarios como a la misma población. La oportunidad está ahí para dar continuidad a lo realizado hasta el momento. Existe la capacidad y el conocimiento del próximo gobernador.

 

Buen viernes para el peso mexicano

 

El peso mexicano registró una apreciación de 1.6% para concluir en el mercado interbancario en 18.51 y al menudeo en 18.76. El dato positivo de empleo en Estados Unidos en junio vino a relajar un poco la presión sobre mercados y específicamente dio cierta confianza a inversionistas. Parece que el riesgo de un enfriamiento de la economía americana no se estará dando por ahora y eso tranquilizó, ya que internamente las condiciones macro se perciben con cierta cautela entre riesgos de transferencia de precios, tenencia de extranjeros, déficit público y aumento en tasas de interés, además de temas sociales y políticos.

 

Los futuros del peso en el mercado de Chicago mostraron una disminución en las posiciones contra el peso, lo que ayudará a reducir un poco la presión que ha tenido. Quizá el aumento de los 50 puntos base últimos anunciados por el Banxico empiezan a dar cierta tranquilidad.

 

En el aspecto técnico, en caso de ajustar debajo de los 18.40, ayudaría a que buscara la zona de los 18.00 que se ha mostrado como fuerte soporte, y en contraparte, vemos que niveles de 19.00 servirán como resistencia de corto plazo.