El color genera emociones que el cerebro identifica, muchas veces sin darnos cuenta concientemente. El uso de ciertos colores puede impactar nuestro estado de ánimo. Por ejemplo: en restaurantes se utiliza el amarillo y naranja en la decoración y el mobiliario para incrementar el apetito; en marketing elegimos productos o marcas relacionando el color para identificarlas. Existen tres colores que son los de mayor poder en el uso de nuestro vestuario:
Negro
- Es el color con mayor autoridad por excelencia; se asocia de inmediato con la elegancia, sobriedad y poder.
- En negocios es básico contar con un traje negro, que nos quede cómodo y a nuestra medida. Se debe cuidar que sea de tela fina y delgada, mientras mejor sea su calidad mayor es el mensaje de poder.
- Para mujeres, el traje negro con falda da mayor autoridad. Se puede combinar con camisa blanca; sin embargo, hay que cuidar de no abusar en su uso.
Blanco
- Se asocia a la pureza, la paz, la dignidad y el respeto, ya sea solo o combinado con el negro es impactante a la vista.
- Para las mujeres poderosas es indispensable tener trajes o vestidos en color blanco.
- El guardarropa femenino es más extenso y podemos hacer uso del blanco cuidando algunos detalles: en reuniones o eventos importantes, el blanco nos hará resaltar sobre los demás, pero debemos cuidar que sea impecable, evitar que se note la ropa interior y, si es vestido, es importante que tenga manga, ya que eso comunica mayor estatus.
Rojo
- Es uno de los tres colores primarios y mueve emociones. Simboliza la pasión, coraje, triunfo, guerra, sangre y amor, entre otros.
- El rojo es advertencia, en la naturaleza nos avisa del peligro y es utilizado en publicidad para atraer las miradas.
- En el lenguaje de negocios es utilizado para reuniones donde se necesita transmitir seguridad.
- En política podemos ver a los líderes utilizar corbatas rojas en los eventos.
- En mujeres usar el rojo en blusa, mascada o accesorios manda el mensaje de: “cuidado, estoy aquí y soy fuerte”.
Por otra parte tenemos a los colores claros o tonos pastel, que contienen una carga o combinación de blanco que los hace ser más suaves. Comunican accesibilidad y cercanía con quienes interactuamos. Al usar colores pastel damos la impresión de estar de buen humor y ser personas cálidas. Sin embargo, debemos cuidar que son poco favorecedores para algunos tipos de pieles, ya que quitan un poco de brillo y hacen vernos con tonalidades amarillas o pálidas.