El gobernador de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, presentó su sexto y último informe de Gobierno, en donde aseguró que deja gobernabilidad, paz social y finanzas sanas, de lo que no muchos mandatarios estatales del PRI pueden presumir.
Recordó que en 2010 la situación financiera de la administración estaba seriamente comprometida por las deudas a corto plazo con bancos, proveedores y contratistas; todo ello, derivado de excesos presupuestales, por calificarlo de una manera decente. La deuda estatal superaba los cinco mil 200 millones de pesos, y no los 682 millones de pesos que se pretendió hacer creer. “Nada más falso”. La crítica situación cancelaba las posibilidades de progreso del estado; la banca cerró las puertas y las calificadoras de riesgo crediticio dieron el peor nivel de la historia.
A seis años de esta situación, Zacatecas no sólo ha recuperado su crecimiento y puesto en orden sus finanzas, sino que se ha ubicado como el sexto estado menos endeudado del país, relacionando las obligaciones crediticias con las participaciones federales. El monto de la deuda que deja al siguiente gobierno asciende a siete mil 400 millones de pesos, cantidad que es moderada y manejable, pues para pagar los intereses de 2016, sólo se dispone de 2.5% de los ingresos públicos; es decir, dos pesos con 50 centavos por cada 100 pesos.
“Zacatecas cambió su rostro financiero, hoy reflejamos ser una entidad federativa responsable, seria y ordenada”, subrayó el gobernador. El estado se ha convertido en una zona atractiva para las inversiones. Datos del INEGI señalan que el último dato anual publicado ubica a Zacatecas entre los 10 estados con mayor crecimiento económico del país, con una tasa de 3.8%, mientras que la media nacional es de 2.1%. Ocupa además el séptimo lugar como el mejor destino de inversión, por el clima de negocios generado de acuerdo al reporte Doing Business, elaborado por el Banco Mundial para México. Alonso Reyes se refirió a los logros históricos durante su gobierno, los cuales superaron a las dos administraciones anteriores juntas, lo que es mucho decir.
Bonitas cifras, dicen los observadores políticos objetivos e imparciales, quienes recuerdan que en materia política el logro más importante del gobernador –a quien el entonces dirigente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, le auguró que Morena iba a ganar las elecciones del 5 de junio pasado– fue haber contribuido a que su partido arrollara en el proceso.
Como lo comentamos en este espacio, en su oportunidad, fue el gobernador priista con mejores resultados en las elecciones de este año. En Zacatecas, el PRI ganó la gubernatura con 37.31% de los votos, contra 27.22% de Morena y 17.97% del candidato del PAN-PRD. El tricolor consiguió la mayoría del Congreso local con 15 diputados y tendrá 16 con el diputado migrante, en un Congreso de 30 legisladores locales. De las 58 presidencias municipales ganó 30. Derrotó a los Monreal (David, el candidato de Morena) y a su hermano Ricardo, quien, según los malosos, fue el que “lo aceitó” durante su campaña; con ello se llevó entre las patas a Andrés Manuel López Obrador, que quería tener en Zacatecas un bastión y aliados rumbo a 2018.
¡Nada más y nada menos!