RÍO DE JANEIRO. Al menos dos policías desplegados para la seguridad durante los Juegos Olímpicos fueron atacados con disparos en una favela de Río de Janeiro, mientras un autobús de periodistas extranjeros fue objeto de otro incidente que dejó heridas a dos personas.
Dos policías de la Fuerza Nacional brasileña, desplegada en Río para los Juegos, se equivocaron de camino el miércoles y penetraron en el conjunto de favelas conocido como Maré, en la zona norte de Río.
Los policías fueron atacados con disparos de armas automáticas y uno de ellos se encuentra en estado grave, tras recibir disparos en la cabeza.
La Maré es uno de los mayores conjuntos de favelas de Río de Janeiro y las autoridades ya desplegaron a militares para tratar de “pacificar” esa área, próxima al aeropuerto internacional y dominada parcialmente por facciones armadas que trafican con droga.
Las fuerzas de seguridad realizan este jueves una operación en una parte de la favela para tratar de identificar a los criminales que llevaron a cabo el ataque, mientras el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, que coordina el dispositivo de seguridad en Río, convocó una reunión de urgencia y se espera que el operativo de seguridad sea reforzado.
En otro incidente, la noche del martes pasado, un autobús destinado a transportar a periodistas entre las instalaciones olímpicas –algunas separadas por 40 kilómetros- fue atacado “con piedras”, según la Secretaría de Seguridad de Río de Janeiro.
Al respecto, reporteros a bordo del vehículo señalaron que el ataque se habría producido con armas de fuego, en pleno viaje entre el Parque Olímpico de Deodoro y el de Barra de Tijuca, lo que provocó la destrucción de al menos un cristal del autobús.
Tras el ataque, el vehículo tuvo que ser escoltado por policías militares, y un periodista bielorruso y un voluntario de los Juegos sufrieron heridas leves.
En total, el gobierno brasileño movilizó 85 mil efectivos entre Fuerzas Armadas (Marina, Ejército, Aeronáutica), Guardia Nacional, Policía Federal, Policía Civil y Militar en la ciudad para proporcionar seguridad a los atletas, las autoridades y los visitantes.
Sin embargo, fueron reportados varios robos, asaltos e incidentes en áreas turísticas y el propio Parque Olímpico durante estos primeros cinco días de competiciones.