BANGKOK.- Los intentos de un gato por recibir afecto durante las oraciones de Año Nuevo que se extendían por cinco horas fueron suficientes para colmar la paciencia de un monje budista en Tailandia que intentaba concentrarse en su cántico.

 

El video del monje que intentaba ahuyentar amorosamente al gato, mientras el animal trataba de subirse a sus piernas, ha encantando a los tailandeses que entraron al perfil público en Facebook del templo.

 

El respeto por todas las criaturas vivientes es un principio crucial del budismo, practicado por cerca del 95% de la población de Tailandia.

 

Tras varios intentos por repeler al gato, que trepó por su túnica, caminó por sus hombros y bloqueó la vista de su libro de oraciones, el monje finalmente perdió la batalla e interrumpió sus rezos para tratar de apartar al felino intruso.

 

«Estaba tratando de leer el libro, pero estaba más atento al gato», dijo el monje de 25 años, que utiliza el nombre religioso de Luang Pi Komkrit Taechachoto.

 

Las travesuras del gato también llamaron la atención de un monje de mayor rango sentado junto a él en Wat Udomrangsi, un templo en las afueras de Bangkok donde se sabe que la mascota es un visitante habitual.

 

Nophayong Sookphan, quien grabó el video, dijo que el gato saltó al centro de la sala cuando quedaban unos 15 minutos para la medianoche y no se fue hasta después de que empezó la cuenta regresiva del Año Nuevo.

 

Originalmente subió el video en un grupo público de Facebook llamado «Cats ‘Slaves» (Esclavos de los gatos), y éste se replicó rápidamente en varias páginas. La cuenta recibió alrededor de 300 mil vistas colectivamente y el video también se reprodujo en la televisión tailandesa.

 

Tailandia tiene una tradición de gatos callejeros en sus numerosos templos budistas. Wat Udomrangsi es el hogar de al menos una decena de felinos que son alimentados por los fieles cada día, dijo Komkrit.
«Están todos gordos», agregó.

gac