WASHINGTON. El periodista estadounidense James Foley, asesinado en Siria por los yihadistas del Estado Islámico (EI), dejó un mensaje personal a su familia a escondidas de sus captores gracias a un compañero de celda que fue liberado poco antes de su muerte.


Foley hizo memorizar a uno de sus compañeros de cautiverio un mensaje personal para sus seres queridos repleto de recuerdos y mensajes esperanzadores sobre su eventual liberación, unas palabras que su familia publicó tras su muerte en la página de Facebook «Free James Foley» («Libertad para James Foley»).

 

«Abuela, por favor toma tu medicina, da paseos y sigue bailando. Tengo la intención de llevarte fuera cuando vuelva a casa. Mantente fuerte porque voy a necesitar tu ayuda para recuperar mi vida», reza uno de los pasajes de su mensaje.

 

La noticia de su muerte trascendió la semana pasada cuando el EI publicó un vídeo en el que mostraba la decapitación de Foley en Siria, donde estaba secuestrado desde noviembre de 2012.

 

Desde el momento del secuestro su familia no supo nada de él hasta que el 26 de noviembre de 2013 recibieron un mensaje de sus captores en el que pedían dinero y la liberación de prisioneros yihadistas en Estados Unidos a cambio de recuperar a Foley.

 

La segunda y última vez que la familia del periodista tuvo noticias de sus captores fue el pasado día 12, tan sólo una semana antes de que se conociera la noticia de su muerte, el día 19.

 

Pero antes, en junio, sus familiares pudieron recibir las que fueron las últimas palabras de Foley sin la intervención de sus captores antes de su muerte.

 

«Recuerdo ir al centro comercial con papá, un paseo largo en bicicleta con mamá. Recuerdo tantos grandes momentos familiares que me sacan de esta prisión. Sueños de la familia y amigos me liberan y la felicidad llena mi corazón», relata el periodista en su mensaje.

 

Foley fue secuestrado cuando se dirigía a la frontera con Turquía y, aunque en un principio se pensó que estaba en manos de milicias progubernamentales, más tarde se supo que estaba retenido por los yihadistas del Estado Islámico en Siria.

 

En el vídeo publicado la semana pasada por los extremistas y en el que se muestra su decapitación, Foley se despide de su familia y acusa al Gobierno estadounidense de ser el responsable de su ejecución por la reciente intervención en Irak, donde el Pentágono lleva más de una semana de ataques «selectivos» sobre posiciones del EI en el norte del país.

 

«He tenido días débiles y fuertes. Estamos muy agradecidos cuando alguien es liberado; pero por supuesto, anhelamos nuestra propia libertad. Tratamos de animarnos entre nosotros y compartir fuerza. Estamos siendo mejor alimentados ahora y todos los días. Tomamos té, café ocasionalmente. He recuperado la mayor parte del peso perdido el año pasado», describió Foley durante su cautiverio, pocos meses antes de su muerte.