La deforestación, la fragmentación que ocurre con el cambio de uso de suelo, la tala ilegal y los incendios forestales son las principales causas que afectan los ecosistemas montañosos en México.

 

Las montañas cubren aproximadamente el 47% del territorio mexicano con aproximadamente 92 millones de hectáreas, informó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

 

Debido a que sus suelos son delgados y se encuentran en declive, cerca del 67% del desgaste de suelo que ocurre en el país se presenta en estos lugares. Los principales procesos de degradación corresponden a la pérdida de suelo y deformación de terreno, seguida de la degradación química, la remoción del suelo debido a la acción del viento y la degradación física.

 

Como respuesta a la protección de estos ecosistemas, la Comisión Nacional Forestal (Conafor), implementó el “Programa de Manejo Sustentable de Ecosistemas de Montaña”, el cual definió 60 montañas prioritarias, que representan el 8.4% del total de éstas en el país.

 

Desde su creación en el año 2002, se han realizado esfuerzos para asegurar la producción de agua, así como la captura de carbono mediante la conservación, restauración, manejo y aprovechamiento de los recursos naturales de estas regiones.

 

A nivel internacional, también se vigila la conservación de las montañas. Este año, con motivo del Día Internacional de las Montañas que se celebra este 11 de diciembre, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) lanza una alerta para conservar los bosques de las montañas.

 

El organismo refiere que factores como el crecimiento demográfico, el aumento de las temperaturas y los incendios forestales amenazan a las regiones montañosas del planeta.

 

 

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