WASHINGTON. Tras el ataque del miércoles en una base militar de Texas que dejó cuatro soldados muertos y 16 heridos, el gobierno norteamericano retomó su campaña para acabar con las muertes por armas de fuego, calificadas como “epidemia” por el presidente Barack Obama, al revelar un mapa de asesinatos de este tipo.
Casi nueve mil personas fueron asesinadas con armas de fuego, cifra que aumenta si se tienen en cuenta los suicidios y los accidentes ocurridos con estas armas en 2012, de acuerdo con los últimos datos anuales revelados por el FBI.
El último caso tuvo lugar la noche del miércoles, cuando un soldado que estaba siendo tratado "por problemas de salud mental" disparó en la base militar Fort Hood, Texas, contra sus compañeros, mató a tres de ellos, hirió a 16 y luego se suicidó.
Ayer el secretario del Ejército estadunidense, John McHugh, indicó que el autor de los disparos, Iván López, de origen portorriqueño y que había servido cuatro meses en la guerra de Irak en 2011 no tenía tendencias suicidas o violentas pese a estar bajo vigilancia psiquiátrica.
El soldado estaba en proceso de diagnóstico por síndrome de estrés postraumático, una dolencia que ha afectado a más de 250 mil estadunidenses a su vuelta a las guerras de Irak y Afganistán. Vivía con su familia en la zona y había llegado a esa base hace en febrero, procedente de otra en el centro de Texas. No había sido herido en combate, resaltó el comandante.
El Ejército reiteró que el incidente fue un ataque de soldado contra soldado sin ningún indicio de que haya estado vinculado al "terrorismo" doméstico o de tipo islamista.
El hecho reavivó el recuerdo de la masacre cometida el 5 de noviembre de 2009 en esa misma base por un oficial del Ejército que asesinó a 13 compañeros en el peor ataque de la historia dentro de una instalación militar de Estados Unidos.
Aquel día, el oficial y psiquiatra del ejército Nidal Malik Hasan, un estadunidense de religión musulmana, fue reducido por el personal militar de la base. En agosto de 2013 fue condenado a muerte.
Ambos incidentes volvieron a conmocionar a buena parte de la sociedad y Obama instaló nuevamente el debate. El hecho de que Estados Unidos está entre los países que tienen más armas de fuego en los hogares facilita este tipo de crímenes.
Según de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) de 2007, último año en que este organismo dio a conocer cifras, en Estados Unidos hay 89 armas de fuego por cada 100 personas, frente a las 10 armas de fuego de media que hay, por ejemplo, en España, por cada 100.
De acuerdo con un informe publicado por la UNODC, con datos de 2011, en ese año se cometieron 468 mil homicidios en todo el mundo, de los cuales el 42% fueron con armas de fuego (74% en América y 21% en Europa).
El general Ray Odierno, jefe militar de las tropas de tierra, aseguró que López que se suicidó tras el tiroteo, había pasado nueve años en la Guardia Nacional de Puerto Rico, trabajó como miembro de la fuerza de paz en la península del Sinaí (Egipto) durante un año y fue conductor de camiones en Irak para los estadunidenses durante cuatro meses. No obstante, el Pentágono mantiene abierta la posibilidad del "terrorismo" extremista hasta que la investigación sobre las motivaciones avance.