Por más de tres horas un grupo de manifestantes tomó el aeropuerto de Acapulco para exigir a las autoridades que siga la búsqueda con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado. Durante este tiempo, las actividades de la central aérea se vieron suspendidas.
La jornada comenzó a las 9 de la mañana cuando los manifestantes se reunieron a las afueras de un centro comercial, lo cual provocó la llegada de policías federales quienes fueron recibidos a pedradas, situación que no pasó a mayores luego de que se acordara que la marcha fuera pacífica.
Esta fue la primera vez que se manifestaron en el aeropuerto de Acapulco en el contexto del caso de Ayotzinapa, pues en ocasiones pasadas se habían tomado casetas de carreteras federales y centros comerciales, además de ataques a edificios de gobierno.
A las 10 de la mañana, alrededor de mil 500 personas salieron en marcha desde Zona Diamante hasta el aeropuerto para llegar al medio día. Obstruyeron los accesos del inmueble, aunque las personas tenían libertad peatonal para entrar o salir del lugar varías se quedaron adentro en espera de noticias sobre su vuelo.
A los minutos de la toma se llegó a un acuerdo para que ésta fuera sólo de tres horas, tiempo en el que se suspendieron los despegues y aterrizajes en la central aérea. Grupo Aeroportuario Centro Norte, operador del aeropuerto de Acapulco, informó que los vuelos afectados fueron tres y que serían repuestos por las aerolíneas.
Sin mayores enfrentamientos, las actividades del lugar volvieron a la normalidad alrededor de las 16 horas pues pese a que formalmente el plantón se levantó una hora antes, los accesos no quedaron libres.
Tras comenzar el retiro, el vocero de los familiares de los desaparecidos, Felipe de la Cruz, calificó la acción como un éxito, pues lograron mandar el mensaje de que seguirán con la búsqueda de los muchachos vivos y mantuvieron el carácter pacífico de la manifestación.