CIUDAD DE MÉXICO, 17MAYO2020.- "Llega un punto que tienes que volver a salir para poder seguir con tus ingresos, y poder vivir": así lo explica Adolfo de 26 años de edad, quien trabaja como repartidor de alimentos en bicicleta desde hace dos años. Ante la falta de herramientas académicas y oportunidades laborales, Adolfo decidió trabajar como repartidor de alimentos de tiempo completo; de lunes a domingo recorre 17 kilómetros en su bicicleta, desde Ecatepec de Morelos hasta su zona de trabajo, la cual puede ser Polanco, Insurgentes o la colonia Condesa. Ante la fase tres de COVID-19, Adolfo ha tenido que tomar sus medidas para evitar contraer el virus; al día realiza en promedio diez pedidos, siempre portando sus goggles y usando gel antibacterial. "La bicicleta me gusta mucho, me devolvió salud y una economía un poco estable" aseguró Adolfo. Mientras tanto, ante la pandemia de COVID-19 en el país, cientos de repartidores de comida como Adolfo, se han visto obligados a seguir trabajando, ya que debido a su situación laboral informal, no pueden seguir las medidas de prevención anunciadas por el Gobierno, y mucho menos cuentan con seguridad social que les permita recibir atención médica para hacer frente a un contagio por COVID-19. FOTO: MAGDALENA MONTIEL /CUARTOSCURO.COM

Con seis crepas de nutella con durazno y cuatro frapes en la mano, Mónica acudió a entregar un pedido en la colonia Agrícola Oriental, sólo para ser asaltada por quienes fingieron ser sus clientes.

Ésta es una modalidad de robo cada vez más reportada por repartidores y dueños de pequeños negocios de la Ciudad de México, que son víctimas de ladrones que se aprovechan de la tecnología, tanto la de aplicaciones de reparto de comida como Uber Eats y Rappí, como del contacto directo por Whatsapp con restaurantes y cafeterías a domicilio.

Para Mónica, la experiencia ocurrió al acudir a la calle donde debía entregar el pedido; al preguntar por la dirección a un vecino, fue cuando “ya el señor tenía a dos hombres asaltandolo, a mí me pusieron una pistola, me quitaron el teléfono de mi hermana y mi cangurera con dinero”, relato a este diario.

Una vez que se consumó el asalto, el comprador, que insistentemente había preguntado por su pedido desde que lo ordenó, dejó de enviar mensajes.

Días después, Mónica recibió un nuevo pedido del mismo número; sin embargo, en esta ocasión acudió acompañada de varios hombres, lo que provocó que los maleantes se dieran a la fuga. Una vez más se quedó con el pedido en la mano, pero no cayó en la trampa.

Ante esta situación, hizo público el número de los asaltantes en un grupo de Facebook de vecinos de la colonia; la alerta llegó a los ladrones, quienes le llamaron para decirle que ya la tenían ubicada y también la dirección de su negocio.

Otro caso es el de Saúl, repartidor de comida por aplicación, quien al entregar un pedido de comida china en la colonia Condesa, nada más llegar dos personas lo amagaron con un arma de fuego, despojándolo de sus pertenencias, celular, dinero, y cartera.

Aunque reportó el incidente a la aplicación en la que hizo el pedido, ésta únicamente le contestó que generó el reporte; sin embargo, Saúl debió pagar de su bolsa el dinero de los pedidos pagados en efectivo que le robaron.

Por su parte Joel, otro repartidor, destacó que han detectado que algunos restaurantes están coludidos con delincuentes, por lo han denunciado ante las aplicaciones y las autoridades.

También dijo que otro tipo de robo es que los clientes indican que pagarán con tarjeta, pero en la aplicación indicaron que el pago sería en efectivo y ese dinero lo termina pagando el repartidor.
Consultada por este diario, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México indicó que aún no existen estadísticas de robo a repartidores.

 

FRASE
"Los robos son cada vez más comunes, en ocasiones, como se puede ver tu ubicación desde la app, te ponen un cuatro antes de llegar al domicilio, o a veces cuando llegas al domicilio"
Saúl
Repartidor

LEG

Editor de la sección México en el diario 24 HORAS. Inicie mi carrera escribiendo sobre autos clásicos; hoy, enfocado en la política y la seguridad.