Notarios de la Ciudad de México, quienes están permitidos por el Gobierno capitalino para avalar la voluntad anticipada, pidieron a la población informarse sobre este trámite el cual permite a pacientes con enfermedades terminales tomar la decisión de recibir o no tratamientos médicos y tener una muerte digna.
Felipe Carrasco Zanini, quien labora en la Notaría 185, explicó en entrevista con 24 HORAS que la voluntad anticipada es un acto por medio del cual una persona es capaz de determinar si es sometida o no a procedimientos terapéuticos que prolonguen su vida de forma artificial al tener una enfermedad en etapa terminal, incurable o progresiva y mortal con un pronóstico inferior a seis meses de vida.
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El notario subrayó que las personas deben tomar la voluntad anticipada de manera muy meditada y con plena conciencia de sus implicaciones. Señaló que quien toma esta decisión debe hacerlo con la cabeza fría, como un acto de amor, para permitir que se respete la dignidad del o la paciente y decidir si sus órganos pueden ser donados.
La segunda opción es a través de los hospitales de la Secretaría de Salud del Gobierno de la capital del país, pues a finales del mes de marzo se estableció la firma de un convenio con el Colegio de Notarios de la Ciudad de México a fin de promover este derecho, mismo que estará vigente hasta el 31 de diciembre y ofrece costos preferenciales.
Las personas mayores de 18 años pueden realizar este trámite por un costo de mil 600 pesos, mientras que quienes tienen más de 65 años pagan 750 pesos más IVA.
Adiós a voluntad
Carrasco Zanini explicó que las personas que han recurrido a este trámite se han ido con una mayor tranquilidad, ya que han vivido o tenido a sus padres en situaciones similares y por diferencias o falta de coordinación entre los hijos no se pueden establecer acuerdos de si se prolonga o no la vida artificial.
“Es un derecho humano que va a tener la persona para, con un acto de una máxima dignidad poder determinar (…) si se le van a dar los tratamientos para poder seguir su vida”, explicó.
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Carrasco Zanini aclaró que no se trata de inducir la muerte en la persona que padece una enfermedad grave que no tiene cura, a la cual naturalmente, le va a llegar en determinado momento un final, sino que busca evitar que se desgaste la dignidad del paciente, pues en ocasiones no pueden valerse por sí mismos ni alimentarse.
Asimismo, refirió que la familia también recibe este desgaste en el aspecto moral e incluso en el económico, por lo que la persona, en un acto de dignidad, dice: “Ya no prolongaré mi vida de una manera artificial”.
Protocólo
Para acceder a este trámite la persona interesada lo puede hacer de dos maneras: Por medio de un documento que se tramita ante notario público o mediante un formato que se otorga en instituciones de salud públicas o privadas. Además, pueden designar a una persona que tome la decisión en caso se que no pueda hacerlo por sí mismo.
De igual manera se debe de considerar a una persona sustituta en caso de que en la primera opción no se encuentre en condiciones o presente para llevar a cabo la toma de decisión.
Reportero de la sección CDMX en el diario 24 HORAS. Especialista en temas de seguridad, procuración de justicia, política, salud, cultura, medioambiente y bienestar animal. Egresado de Letras Hispánicas de la FES Acatlán, UNAM.