El domingo en el Zócalo de la Ciudad de México, se celebraron los primeros 100 días del Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo; miles y miles de entusiastas y felices ciudadanos asistieron al magno evento voluntariamente (eso sí, pasaron lista por aquello de las dudas) para escuchar con toda atención los enormes logros que el segundo piso de la Cuarta Transformación ha logrado durante este tiempo. Toda una fiesta popular.

Pero, sin ánimo de parecer aguafiestas, me gustaría preguntarle al organizador del jolgorio, don Eruviel Ávila, ¿como qué estamos celebrando?

En materia de seguridad pública creo que deberíamos preguntarles a los habitantes de Sinaloa, concretamente a los de Culiacán, Sinaloa, si ellos también piensan si hay algo que festejar; durante estos 100 días han vivido aterrorizados ante los mayores ataques del crimen organizado que se tenga memoria en el estado. El que seguro que está celebrando es el gobernador Rubén Rocha; celebra que no lo han corrido.

En el mismo sentido. ¿Qué estarán festejando los tabasqueños? El otrora edén se ha convertido en un verdadero infierno. Antes “sólo” los asolaban la miseria y las inundaciones, ahora en la tierra del prócer de Macuspana reina, además, el miedo y la inseguridad. Un día sí y otro también se suceden masacres en Villahermosa sin que nadie pueda poner alto a la delincuencia.

Después de seis años, nos quedamos esperando ser el mejor sistema de salud del mundo, el sueño de ser “como” daneses: bien alimentados, sanos y con los mejores hospitales del mundo se transformó en una pesadilla para cientos de miles de mexicanos que siguen peregrinando de clínica en clínica buscando alguna atención mínima y medicinas.

Nos acabamos de enterar que la compra de medicamentos del presente año aún no se ha llevado a cabo, pero que no hay nada de qué preocuparse, ¡este año los medicamentos están garantizados! Por tanto, ya podemos festejar pues efectivamente los medicamentos están garantizados: sí, en las farmacias del Dr. Simi.

Durante su campaña CSP nos prometió que las gasolinas no subirían de precio y que la refinería Dos Bocas nos dejaría con la boca abierta. Pues resulta que en estos 100 gloriosos días la gasolina ha alcanzado los precios más altos de nuestra historia, y de Dos Bocas ni quien abra la boca en la 4T. De Pemex mejor ni hablamos. Ruina absoluta.

En estos 100 días de ensueño, nos enteramos que la línea área del Gobierno, Mexicana, con apenas un año de operación, ha cancelado más de la mitad de sus rutas, y que está en quiebra técnica.

Con sus dos únicos aviones, parece casi una broma macabra, se lleva “entre las alas” al AIFA, que seguirá desierto de pasajeros mientras que el aeropuerto de la CDMX se cae a pedazos. Que siga la fiesta.

En la economía, las cosas nomás no cuadran; el déficit de las finanzas públicas está en las peores cifras de los últimos 20 años. Bajan los ingresos, pero se aumenta el gasto social en detrimento de la inversión en infraestructura. El peso se proyecta a 18.50 por dólar (hoy está en $20.70). Nadie entendió cómo se asignó el presupuesto del año próximo.

Nunca como ahora, el Gobierno depende de la IP para las inversiones que se requieren en todos los rubros de la economía, pero al mismo tiempo hace todas las reformas posibles que impiden la certeza jurídica que requieren los inversionistas. ¿Están las cosas como para festejar? Lo dudo.

Y falta lo mejor de la celebración: la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos. ¿Qué habrán festejado el domingo los migrantes mexicanos que están a punto de ser expulsados de EU y regresarán a la total incertidumbre en su país?

Quedan 2 mil 90 días para seguir festejando. ¡Gulp!

 

   @Pancho_Graue

  fgraue@gmail.com

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