Antes de las vacaciones de diciembre, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, pintó a millones de mexicanos el panorama económico para este año, el cual hasta el más optimista podría calificar de tétrico.

De entrada, reconoció que el precio de barril de petróleo para 2016 estará por los suelos y así se mantendrá por un periodo más largo de lo que se esperaba. Recordó que en octubre del 2014 se calculó en 79 dólares –que se consideraba bajo–, pero rápidamente nos enfrentamos a la cruda realidad, por lo que apenas arrancó 2015, Hacienda se vio en la penosa necesidad de anunciar en enero un recorte “preventivo” al presupuesto, a pesar de tener las coberturas petroleras.

Y es que el año pasado ocurrieron en la economía internacional cosas horribles, horribles, que no se preveían, que nadie las imaginaba. Bueno, eso de que “nadie las imaginaba” no parece ser un buen argumento, acotan los analistas bisoños. De qué sirve que los especialistas de Hacienda y el Banco de México se la pasen todo el día revisando las variables económicas nacionales e internacionales, para equivocarse, por mucho, muchísimo en el comportamiento de las mismas, agregan.

Afortunadamente, en 2015 llegó inversión extranjera directa en cantidades abundantes, que generará en 2016 empleos y crecimiento. “El consumo está aumentando en México, tenemos la inflación más baja en la historia, desde que se mide mes a mes, en 1970; se crean empleos formales, a pesar del entorno que estamos viviendo".

No obstante todas estas cosas bonitas, el proyecto de crecimiento para este año es de 2% a 2.8%, por lo que "estaremos en nuestro rango de crecimiento", mediocre, pues, le faltó decir al secretario de Hacienda. Bueno, es que haciendo a un lado el sector petrolero, "la economía mexicana está creciendo a un ritmo del 3%." Pues aun así, sigue siendo mediocre, apuntan los especialistas.

Sobre el impacto del incremento de 0.25 a las tasas de interés que decretó la Reserva Federal de Estados Unidos, el titular de las finanzas dijo que lo más importante será lo que ocurra este año; es decir, si van a seguir subiendo, a qué ritmo y de qué dependerá. La señal de la Fed, según Videgaray, es que en 2016 habrá tres y hasta cuatro alzas más del mismo calibre.

¿Y eso es bueno o malo, doctor?, preguntan los analistas bisoños y la sociedad en su conjunto. ¡Pues sería bastante malo!, exclaman los que saben. Imagínense nada más que durante siete años se mantuvieron tasas bajas, inamovibles, y que de repente en un año suban tres o cuatro veces. Pues eso sí que está ca…nijo.

Otro problemita para 2016 es que los precios del petróleo seguirán en la lona, y las coberturas petroleras no servirán ni para “tapar una muela”, apuntan los catastrofistas.

Agenda previa

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público publicó el 27 de diciembre pasado, en el Diario Oficial de la Federación, las Reglas de Operación del nuevo Programa de Aseguramiento Agropecuario, donde se integran, a partir del 1 de enero de este año: Subsidio a la Prima del Seguro Agropecuario, Apoyo a Fondos de Aseguramiento Agropecuario y Subsidio al Seguro para Contingencias Climatológicas. Con esta modificación, se da la suficiente flexibilidad a los distintos instrumentos con los que cuenta Agroasemex, que es la unidad que los opera, con un mayor control en la asignación de los recursos, mejorando la supervisión del cumplimiento de metas y objetivos del programa. ¿O sea que antes era un des…orden?, preguntan los agroyuppies. No, no, todo esto es para responder a las necesidades de administración de riesgos para la protección integral del sector rural y contribuir a la constitución de un sistema nacional de aseguramiento agropecuario, así como consolidarse como instrumento eficaz de política pública para impulsar la participación de los agentes privados y sociales en el mercado asegurador, explica la institución que forma parte de la “banca del subdesarrollo”.

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