Los analistas financieros bisoños que creyeron que la lucecita que se veía al final del túnel era la salida de la crisis, se equivocaron one more time, porque es un ferrocarril en sentido contrario.
¡Pero cómo!, exclaman aquéllos. Si el secretario de Hacienda dijo hace unos días que el país no estaba en crisis, y el gobernador del Banco de México presumió el fin de semana pasado que las medidas implementadas para enfrentar los choques externos estaban dando excelentes resultados. ¿Y qué querían que dijera? ¿Qué nos está cargando el pintor y provocar una mayor fuga de capitales?
Ya lejos de reflectores, algunos de los integrantes del Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero se reunieron ayer para informar que se han presentado episodios recurrentes de elevada volatilidad en los mercados financieros internacionales, por lo que actualizaron su análisis de riesgos y vulnerabilidades para la economía nacional y su sistema financiero.
Argumentaron que como resultado de una mayor aversión al riesgo a nivel internacional, las economías emergentes han experimentado salidas de capitales (no dijeron el monto en México) y, en consecuencia, caídas en los precios de sus activos, en las primas de riesgo soberano y depreciaciones significativas de sus monedas.
En particular, señalaron que las economías emergentes, como la de México, enfrentan el riesgo de un mayor debilitamiento de la economía global y de que ello venga acompañado de caídas adicionales en el precio de las materias primas y una mayor aversión al riesgo que propicie mayores salidas de capitales y presiones sobre el tipo de cambio y las tasas de interés nacionales.
Bajo estas circunstancias, los miembros del Consejo enfatizaron que es indispensable mantener fundamentos económicos sólidos y aplicar políticas macroeconómicas prudentes para que México continúe diferenciándose de otras economías emergentes. Alertaron que si bien recientemente se ha observado una relativa calma en los mercados financieros, no pueden descartarse nuevos episodios de elevada volatilidad financiera internacional. O sea es una “calma chicha”, por lo que no hay que cantar victoria de que estamos superando la crisis.
¡Cuál crisis, cuál crisis!, podría revirar el secretario de Hacienda.
Agenda previa
Después de estar tres meses “descabezado”, el Infonavit vivirá una etapa de reorganización que, dicen, es urgente porque el encargado de despacho en ese lapso, Vicente Mendoza, subdirector general de Planeación y Finanzas, dejó el negocio, perdón, el instituto “patas p’arriba”.
Lo primerito que tendrá que revisar David Penchyna es el destino de los recursos de la subcuenta de vivienda de los trabajadores que Mendoza y su equipo de “mercados financieros” desviaron a diferentes fondos e instituciones. Ya empezaron a salir a la luz faltantes de miles de millones, dicen en la institución. Se espera también el cambio en el área de Control Interno y Auditoría para revisar con lupa todos los contratos que se firmaron “con mucha urgencia” en estos dos primeros meses del 2016, algunos multianuales. Se sospecha que el OIC se “hizo de la vista gorda” en este asuntito. También sugieren revisar las obras de mantenimiento y una “ampliación” en el edificio sede y hacer un análisis puntual de las modificaciones al presupuesto que Mendoza hizo a una semana de que llegara el nuevo director general. Vamos a ver si Penchyna puede y quiere poner orden.
El pleno del IFT resolvió que no existen elementos suficientes para acreditar la existencia de un agente económico con poder sustancial en mercados de televisión de paga. La resolución se refiere a la adquisición del 100% de las acciones representativas del capital social de Cablevisión Red, S.A. de C.V. (Telecable), por parte de diversas empresas pertenecientes al grupo de interés económico encabezado por Grupo Televisa. Si bien esas empresas cuentan con la mayor participación en términos de suscriptores, este elemento no basta para declararlo con poder sustancial. Es decir, una alta participación de mercado no se traduce en la capacidad unilateral de fijar precios o restringir el abasto dentro de un mercado. Asimismo, sus competidores han crecido e incrementado su participación en el periodo analizado en la Resolución, señala el IFT.