Pues ahora resulta que para ganar una elección las estructuras partidistas pasaron a segundo o tercer término. Hoy importa más la radiografía del candidato, de preferencia en tercera dimensión y si es un PET mejor, porque en ese tipo de estudios esculcan hasta la conciencia. La foto del candidato resulta clave (porque “carita mata talento”). Las campañas políticas tienen que hacerse por aire, mar y tierra; la solvencia moral debe estar a toda prueba y la neurociencia política es fundamental.

 

Esas y otras sandeces dijo y sugirió la dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), Cristina Díaz, la misma que ni siquiera consiguió la nominación del tricolor a la gubernatura de Nuevo León.

 

En el Primer Congreso Nacional de Campañas Electorales Mitin México, la seño Cristi pronosticó que en las elecciones de junio próximo habrá una mayor competencia, en la cual la gente pondrá más atención a los candidatos que a los partidos. “Ya no se puede descansar únicamente en las estructuras partidistas, pues el electorado es cada vez más diverso”, apuntó.

 

La ciudadanía, antes de decidir por quién votar, se informa, busca el perfil del candidato, identifica su historia y partido (observa si le crecen las uñas o tiene la cola muy larga, acotan los malosos) y después decide, ilustró la señora. Presumió que por ello en el PRI se transformaron para atender esas exigencias.

 

Los partidos y candidatos en sus campañas deberán considerar los nuevos códigos y medios de comunicación de la sociedad que han evolucionado dramáticamente y son determinantes para lograr el triunfo, sugirió. Hoy, la sociedad es más informada y exigente, y es crucial un buen manejo de las nuevas tecnologías de información,  particularmente de las redes sociales, además de los medios tradicionales.

 

La foto es uno de los elementos más importantes que hay que considerar en una campaña, afirmó la senadora. De perfil, tres cuartos, cuerpo entero, tamaño pasaporte, la foto que se utilice es de vital importancia. “Debe ser congruente con la personalidad y el entorno en el que competirá”, recomendó.

 

Las encuestas, -las buenas, claro-, las cualitativas y las cuantitativas bien interpretadas, serán muy importantes, agregó. ¡Las que realizan las casas de apuestas no sirven para nada!, ¿eh? Aunque en el proceso de selección de candidatos a las gubernaturas, el PRI “mandó por un tubo” las encuestas serias y creíbles, recuerdan los observadores.

 

Cristina sugirió también a los candidatos y a las candidatas tener campañas sólidas de “aire y tierra”, con mensajes diferenciados por segmentos del electorado.

 

“Los códigos y medios de comunicación de la sociedad han evolucionado dramáticamente”, descubrió la señora Cristina. ¡Le faltó sugerir la neurociencia política!, gritaron algunos de los asistentes.

 

Según la dirigente de la CNOP, los candidatos del PRI tienen la solvencia moral y pueden salir a la calle a tocar puertas y pedir el voto. ¡A ver si no los apedrean!, advierten los malosos.

 

¿Y la estrategia, amá?, preguntan los consultores políticos, quienes consideran que el factor más importante en una campaña política es precisamente eso: es-tra-te-gia.

 

Durante el evento, la senadora Cristina Díaz afirmó que en Sinaloa el PRI ganará la gubernatura porque tiene un candidato altamente competitivo. ¡Pero si a Quirino Ordaz sólo lo conocen en su casa!, comentaron algunos de los asistentes al curso que ofreció “la experta en campañas electorales”.

 

Agenda previa

 

Dicen en Quintana Roo que la renuncia de Carlos Joaquín González al PRI fue por la necedad del gobernador de imponer a dos delfincitos bisoños; uno, de 32 años, como candidato a gobernador, y otro, de 26, para alcalde de Cancún, lo que según los observadores de aquel estado compromete la cacareada unidad.

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