Desde que Manlio Fabio Beltrones se hizo cargo de la dirigencia nacional del PRI, ha ejecutado una serie de “acrobacias políticas” que han dejado perplejos a sus admiradores, quienes antes lo calificaban como el gran estratega y hoy lo ven como el mago Chen-Kai, al que se le rebelaron los conejos y las palomas y se le salieron de la chistera.
No vaya a ser que a Manlio le suceda lo que le pasó al Increíble Profesor Zovek, quien en un acto acrobático en un helicóptero en 1969 –acto transmitido en vivo por el Canal 2 de televisión en el programa Siempre en domingo– se pasó de rosca, comenzó a ejecutar bonitas monerías en pleno vuelo y ¡Cuas!, azotó entre los gritos de espanto del respetable público, apuntan sus detractores. Obviamente, la comparación es en el terreno político.
Obligado por las circunstancias, Beltrones se ha visto en la penosa necesidad de defender no sólo a los malos gobernantes estatales y a los presumibles culpables de corrupción y otros delitos de su partido, sino además a sus aliados incómodos.
Primero fue a Veracruz –finales de octubre pasado–, a “meter las manos al fuego” por el gobernador Javier Duarte, de quien habló linduras, como que el priismo está orgulloso de su actuación en los cinco años de gobierno que lleva; que el priismo en la entidad está más vivo que nunca porque el gobernador se ha comprometido con lealtad y sobre todo con honestidad en hacer las cosas, por lo que el PRI debe estar al lado de su gente, de las familias veracruzanas que son nuestro real motivo para luchar en la política, darles a ellas, a nuestros hijos, mejor vida y posibilidades de crecimiento… por eso el partido está al lado de Javier Duarte.
Ese mismo acto de “malabarismo político” lo repitió la semana pasada, cuando molesto, indignado, enca…nijado se refirió a la acusación de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) contra Arturo Escobar, militante del Partido Verde Ecologista de México, por el regalito de 10 mil tarjetas Premia Platino a cambio de votos para el Verde, por el cual podrían “echarle el guante”. ¡Están dañando el prestigio de una persona honorable!, exclamó Manlio. Cómo se atreve la FEPADE a informar que había solicitado una orden de aprehensión en contra de Escobar, reclamó. “Se violó la presunción de inocencia…”. Nada más le faltó decir a Beltrones que querían quemar a Arturito en “leña verde”.
En un tono más light declaró: “Yo saludo lo que puede ser el trabajo jurídico de la Procuraduría, pero lamento que no se cuide el debido proceso. Se ha lastimado a una persona o personas que tienen el derecho a decir la verdad, sin ser prejuzgados…”. Instó a que la FEPADE se apegue al pleno derecho y no lastime el prestigio de las personas; a que actúe con transparencia y cumpla con su obligación de guardar en salvo recaudo esta información, porque al soltarla a los medios de comunicación hace daño y prejuzga. ¡Háganle como los gatos!, quiso sugerir Beltrones a la fiscalía; escondan la inmundicia con arena, y asunto olvidado.
A pesar de las truchimanerías de Arturito, el todavía para algunos “Jefe de Jefes” envió el siguiente mensaje: “Seguimos siendo aliados del Partido Verde y continuaremos con ellos en las luchas electorales”.
¡Viva el nuevo PRI del siglo XXI!, gritan priistas y verdes.
Agenda previa
Por cierto, el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, anunció el pasado lunes que propondrá al Congreso del Estado tres iniciativas de reforma constitucional para crear el Sistema Estatal Anticorrupción, que prevé, entre otras medidas, que la Legislatura apruebe el nombramiento del contralor General del Estado, la creación de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción y la eliminación del fuero a funcionarios públicos –incluido al gobernador–, así como la creación de un Comité Coordinador Anticorrupción y la expedición, por parte del Congreso local, de la legislación en materia anticorrupción, en concordancia con la Constitución Federal.
¡Ah bárbaro¡