En el paradisiaco puerto de Cancún, el secretario de Hacienda les hizo saber a los integrantes del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas que México está progresando, a pesar de que los escépticos, que son bastantes, digan lo contrario.

 

Empezó diciéndoles que con frecuencia publicaciones extranjeras se refieren a nuestro país reconociendo que el bienestar para las familias mexicanas es una realidad; prueba de ello es que el consumo de las mismas crece como la espuma. Según cifras del INEGI, en el periodo de enero-agosto ha crecido al ritmo de 3.4%. Y detalló:

 

En primer lugar están las ventas de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), que registraron un aumento de 9.8%, el crecimiento más importante que se ha dado en los últimos cuatro años y que implica un crecimiento real, es decir, por encima de la inflación, de 7.1%.

 

Otro indicador que habla de la fortaleza que tiene el consumo de las familias mexicanas es la venta de vehículos en el mercado doméstico. Y abundó: En el periodo de enero a octubre se vendieron más de un millón de vehículos, lo que representa la cifra más alta en la historia de este indicador desde que se registran las ventas anuales de vehículos.

 

¿Por qué está creciendo el consumo?, se preguntó el secretario y él mismo respondió:

 

Primero, porque México continúa siendo una economía estable, y la estabilidad en este contexto internacional tan complejo, de caída de precios del petróleo, de inminente alza en las tasas de interés de Estados Unidos, de un crecimiento global indudablemente lento, está rindiendo frutos. Prueba de ello es que tenemos hoy la inflación más baja de la que se tiene registro: Por debajo de 2.5%. Esto, sin duda alguna, se está reflejando en el bolsillo de los mexicanos y en su capacidad adquisitiva.

 

En segundo lugar, porque muchas de las reformas estructurales están teniendo un efecto en el bolsillo de las familias mexicanas. Tal vez lo que no se perciba con plenitud, pero es real, aclaró y documentó:

 

En los costos de las telecomunicaciones, no solamente se eliminó el cargo en materia de larga distancia doméstica, sino que la larga distancia internacional tiene una reducción de 40%; hay una baja de 8.6% en las tarifas de telefonía móvil; de 4.3% en telefonía fija. Y es de esperarse que esta reducción continúe conforme se intensifica la competencia.

 

Un segundo efecto muy importante de las reformas, abundó, tiene que ver con el precio de los energéticos. Este año fue la primera vez que no inició con un incremento en el precio de la luz para las familias mexicanas; al contrario, hubo reducción de 2% en las tarifas eléctricas domésticas, que se suma a una baja significativa de las industriales y comerciales; la de alta tensión se redujo más de 20%.

 

Otro elemento importante es la expansión del crédito, presumió el secretario de Hacienda. El financiamiento interno al sector privado ya superó 30.6% del PIB; el de la banca comercial está creciendo a 10.5% real, y además están bajando las tasas de interés, particularmente para las personas físicas y las pequeñas empresas. La Asociación de Bancos de México estima que las tasas de interés para créditos personales, por ejemplo, se han reducido en 8.6 puntos porcentuales de diciembre de 2013 a agosto de 2015.

 

Este impulso al consumo es hoy la fortaleza más importante que tiene nuestra economía, una economía que está creciendo gracias a su mercado doméstico, reiteró el secretario.

 

En otra parte de su alocución, les contó el bonito cuento del Presupuesto para 2016 que aprobó el Congreso. Al final del discurso del secretario de Hacienda, algunos de los asistentes comentaron:

 

¡Me sentí como en Disneylandia!

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