Al puro estilo de Vicente Fox cuando en su programa de radio Fox Contigo (allá por noviembre del 2001) arremetió contra los medios de comunicación, que en lugar de elogiarlo criticaban su ignorancia, ineptitud, ocurrencias, estulticias, tarugadas… acusándolos de que “me quieren tumbar a periodicazos”, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, El Bronco, se queja de que por la masacre en el penal de Topo Chico los medios no sólo han exagerado lo ocurrido sino que lo han maltratado en exceso. ¡Pobrecito!

 

Pero no han sido sólo los medios de comunicación los que han criticado su desempeño en el asunto, los partidos políticos de todos los colores han aprovechado las torpezas dichas y hechas por El Bronco para denostarlo. ¿Y qué esperaba de sus enemigos políticos y detractores el gobernador?, preguntan los observadores. No le iban a aplaudir por “su brillante actuación” en su primera crisis después de cuatro meses de gobierno, ¿verdad?

 

Por otro lado, hay que recordarle al gobernador que ante cualquier acontecimiento que afecta, indigna y humilla a la sociedad, ésta busca distintas formas para expresarse, y una de ellas es a través de los medios de comunicación. Que algunos exageran y distorsionan los hechos –aunque en el caso del penal de Topo Chico, por el número de muertos y la brutalidad con que actuaron los bandos enfrentados no se puede decir que hubo exageración ni distorsión de los hechos– y otros se exceden en críticas y comentarios personales, es otra historia.

 

Además, nadie puede negar que el gobernador ha contribuido a la crítica, al escarnio de su persona no sólo por la lenta respuesta para actuar cuando le informaron del motín en la multicitada cárcel, sino por los argumentos expuestos para explicar la tardanza. Dijo, por ejemplo: “Por el horario y la forma como se dieron las cosas no pudimos entrar al penal”. ¡Ah bueno! Entonces de ahora en adelante habrá que pedirle a los reos de los penales de Nuevo León que se quieran alebrestar que lo hagan en un horario decente, de oficina, pues, para que no “agarre dormidos” al gober y a sus colaboradores. También declaró: “Eran más de tres mil reos enojados adentro, gritando, haciendo escándalo, era muy peligroso para todos”. En próximas trifulcas, revueltas, motines… habrá que pedirle a los reclusos que no se enojen, que no griten ni hagan barullo porque eso asusta a las autoridades.

 

Si por la tardanza en su actuación, las sandeces que dijo en la conferencia de prensa, su equivocación en las cifras que proporcionó de los fallecidos, su arrogancia y el desprecio que muestra hacia ciertos medios de comunicación, el gobernador de Nuevo León quiere que no lo critiquen, que no lo “agarren a periodicazos”, ni se pitorreen de él, pues que haga lo que hizo Fox cuando se quejó de lo que calificó de “distorsión de las noticias”, calumnias, engaño, mentiras que difundían los medios de comunicación, sobre todo los impresos.

 

¿Que hizo Chente?, preguntan los bisoños colaboradores de Jaime Rodríguez, para pasarle la receta. Pues va la frase de aquél: “Yo ya dejé de leer una buena cantidad de periódicos, porque francamente me amargaban un poco el día”. Además de esto, El Bronco tendría que dejar de ver televisión, radio y redes sociales.

 

¡Pobres neoloneses, con ese gobernador están fregados! Pero querían el cambio, ¿no?

 

Agenda previa

 

Antes de participar en la recepción del papa Francisco, el secretario de Hacienda envió un mensaje de aliento a los mexicanos, desde las amas de casa hasta los empresarios de todos los tamaños que están sumamente preocupados por el impacto del precio del dólar en nuestra economía. Dijo Luis Videgaray: “No hemos observado ninguna corrida específica en contra del peso mexicano y esto nos debe dar tranquilidad… Ante esta situación reiteramos que lo importante es continuar con una conducción de la política macroeconómica que le dé estabilidad al país. Esa es nuestra gran prioridad, proteger la estabilidad de la economía nacional para proteger la economía de las familias mexicanas…”

 

¡Bendito seas, Luis, bendito seas!

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