Desde antes del desplome de los precios del petróleo, Tabasco había dejado de ser el lugar paradisiaco que festeja la popular canción de Pepe del Rivero (“Ven, ven, ven. Vamos a Tabasco, que Tabasco es un edén”) para convertirse en víctima de múltiples problemas.
En más de un sentido, Tabasco era, desde hace varios años, zona de desastre: por los recurrentes ciclos de inundaciones, la pobreza, el desempleo, la caída brutal del sector agropecuario y las finanzas públicas quebradas que no podían enfrentar las necesidades inmediatas de recursos para programas sociales, obras públicas… y ni siquiera para solventar la nómina burocrática. En esas condiciones recibió Arturo Núñez el estado hace cuatro años. Y cuando estaba combatiendo algunos de esos males, le cayó “la madre de todas las plagas”: la crisis generada por la baja de los precios del crudo, que también causa estragos en Campeche.
Los analistas petroleros recuerdan que desde que Leandro Rovirosa Wade gobernó mal a Tabasco, el flujo de recursos fue cuantioso. Podrá discutirse si la repartición del pastel era la adecuada, agregan, pero no cabe duda de que tanto esta entidad como Campeche se gastaron toda la lana del mundo y nunca previeron qué hacer en caso de una abrupta caída de los precios del petróleo o el agotamiento de los recursos. Hoy sufren las consecuencias.
Durante la presentación del Programa de Reactivación Económica y Desarrollo Productivo para ambos estados, anunciado por el presidente Enrique Peña Nieto el miércoles, el gobernador Alejandro Moreno Cárdenas recordó que Campeche y Tabasco son el México del petróleo. Y abundó: Campeche es el sexto estado en Producto Interno Bruto aportando 4.24% al PIB nacional; pero junto con Tabasco suma 7.38%, una aportación conjunta superior a las entidades de Nuevo León y Jalisco, y sólo por debajo de la Ciudad de México y del Estado de México. Ése es el tamaño de la importancia y del valor que los recursos naturales de las dos entidades le brindan a nuestro país. Paradójicamente “están fregados”. Tabasco más que Campeche, apuntan los analistas.
De ahí, pues, la trascendencia del susodicho programa de reactivación, que contempla un paquete de acciones estratégicas para incentivar la actividad económica de esta importante región del país, y que tiene un presupuesto de seis mil 800 millones de pesos. Tal vez no sea mucho, si se compara con lo que en la época de oro del petróleo aportaron esas dos entidades al PIB nacional. ¡Pero es lo que hay!
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Dice Manlio Fabio Beltrones en una entrevista a El Universal: “Me gustaría mucho ganar más de nueve elecciones; no menos. Pero no estamos en juego de futbol, basquetbol o de béisbol con marcadores específicos. Los partidos políticos están haciendo su mejor esfuerzo. No hay elección que no sea competida…”, subrayó.
De las 12 entidades donde hay competencia a la gubernatura de algún estado, en seis nos encontramos con una pugna muy por arriba de cualquier otro partido político, agregó. (O sea que en ésas tiene el triunfo casi seguro, como comentamos el miércoles en este espacio). En otras tres estamos en posición de triunfo electoral (aunque no sea juego de béisbol, se ubican en tercera base y con dos outs, esperando un milagrito, como decía el Mago Septién). Y reconoció que en las tres restantes hay una competencia cerrada que algunos llaman empate técnico (donde todo puede suceder, incluso que pierda el Tri, insisten los observadores).
Como era de esperarse, el pleno del Tribunal Estatal Federal del Poder Judicial de la Federación rechazó por unanimidad la impugnación del PAN, PRD y PT en contra de la candidatura de Alejandro Murat, por lo que declaró su registro como válido y legítimo.
En un episodio más del “telechurro” donde Andrea Noel acusó de agresión sexual a Andoni Echave, el 3 de mayo pasado, ambos se presentaron a la Procuraduría General de Justicia para informar que Noel decidía, motu proprio, retirar la querella contra su agresor, por lo que se canceló la “filmación” de un nuevo capítulo del culebrón. Sobra decir, informa la PGJ, que a Andrea Noel se le respetó, en todo momento, su calidad de víctima, por lo que se le ofrecieron todos los beneficios y servicios de apoyo brindados por la Subprocuraduría de Atención a Víctimas y Servicios a la Comunidad, los cuales rechazó con el argumento de que no había necesidad.
