El presidente de los banqueros, Luis Robles Miaja, expresó su preocupación por la economía informal en México, que alcanza niveles más altos que en Bangladesh, Calcuta, Bombay y zonas circunvecinas, según los estudiosos.
El prestigiado banquero apuntó que según cálculos oficiales, entre 40% y 50% de la economía se encuentra en la informalidad, lo que es grave, muy grave, porque informalidad es sinónimo de mediocridad. Los casi 30 millones de ambulantes que existen en el país se quedaron perplejos y seguramente se sintieron ofendidos por las palabras de Robles. Es más, están pensando cursarle una invitación para que visite Tepito, La Lagunilla, Correo Mayor y lugares similares que existen en varias ciudades del país, para que escuche de viva voz por qué a los informales no les interesa, no les conviene, es más, les vale gorro estar en la economía informal. Y que compruebe si efectivamente son mediocres, poco competitivos y otras cosas horribles que expresó de ellos.
Robles dijo que tenemos dos tipos de empresas; las muyyyy exitosas, muyyy desarrolladas, que compiten en todos los mercados globales y son de las mejores, las “chipocludas”. Pero también tenemos, agregó, muchos sectores de la economía y muchas empresas que por no utilizar los mecanismos formales se quedan limitadas en su crecimiento. “Son empresas mediocres; y perdón por el calificativo, pero creo que éste es el que más refleja esa situación”, subrayó.
Y no contento con los calificativos, todavía se atrevió a explicar por qué son mediocres, por qué están fregados, por qué no van a salir de esa condición: “Porque una empresa que no está en la formalidad, que no utiliza los canales formales, no puede obtener crédito, por lo tanto su crecimiento es muy complejo, no puede crecer como otra que sí accede al crédito, ni competir al mismo nivel que una empresa formal; sus trabajadores son generalmente más improductivos al no recibir las prestaciones sociales debidas, etcétera”. ¡Tómenla, ambulantes!
Y remató: Es muy importante que las personas y las empresas entiendan que estar en la formalidad es una oportunidad de crecimiento real más que un costo o un freno a su desarrollo.
Si lo que dice el presidente de los banqueros fuera cierto, de los casi 30 millones de informales que según el INEGI existen en el país, la mitad ya estuviera en el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), esquema que promueve la Secretaría de Hacienda y que ofrece todos esos beneficios y más a los que se refiere Luis Robles. Según las cifras oficiales, unos ocho millones de personas se han inscrito en el RIF, pero cuando se desglosan las cifras la realidad es que dentro de esos ocho se considera a los que antes tributaban en el Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos), que sumaban unos 4 millones y que de informales no tenían nada, porque tenían su “changarrito”. Y sobre los otros cuatro nadie sabe si son reales o ficticios.
Lo que sí es real, según testimonios de aquellos que se dedican a la economía informal y que han hecho buenas fortunas, es que “vivir en la informalidad es como estar en el paraíso”. No pagan impuestos, ni IVA; mucho menos seguridad social, cuotas al Infonavit y otras cargas tributarias. Y son felices porque no le deben a nadie, mucho menos a los bancos. Y crecen, se desarrollan, son exitosos… no como las empresas triple AAA que cotizan en el mercado de valores.
¡Y de mediocres no tenemos nada!, responden algunos.
AGENDA PREVIA
Durante la comparecencia de Patricia Mercado, secretaria de Gobierno del Distrito Federal, Luis Mendoza, vicecoordinador de la bancada panista, le brindó un voto de confianza, pero subrayó la importancia de que hoy la ciudad es plural y en la democracia debe haber consensos; le pidió mejorar la política de derechos humanos y de seguridad en la capital del país y tener una estrategia integral en materia de ambulantaje que considere la legalización e integración de este comercio a la vida de la ciudad de manera legal y ordenada. ¡Lo que no está nada fácil!, acota el columnista.