Ayer, en un acto de ilusionismo político, los sectores y organizaciones del Partido Revolucionario Institucional acordaron por unanimidad que el próximo 25 de enero sea registrado Héctor Yunes Landa como aspirante a la candidatura al gobierno de Veracruz, por considerar que su perfil es el más adecuado para representar al partido en la contienda electoral del 5 de junio próximo.
Como lo han anticipado varios observadores, en Veracruz vamos a presenciar un bonito espectáculo, donde el atractivo principal podría ser “la pesca de peces gordos”. Lo más probable es que el PAN designe a Miguel Ángel Yunes Linares, a menos, claro, que “le quieran hacer de chivo los tamales” al ex empleado de la maestra Elba Esther Gordillo.
Con cualquiera de los dos Yunes como gobernador de la entidad, el único perdedor será el actual mandatario, Javier Duarte de Ochoa, quien ha tenido una desastrosa administración en materia económica y política; elevado endeudamiento, proyectos faraónicos donde se han gastado importantes sumas de dinero sin muchos buenos resultados que digamos; recursos que supuestamente estaban etiquetados para el campo, que han ido a parar a otro lado, por no decir que a los bolsillos de algunos funcionarios y empresarios, según denuncias de los detractores del gober, entre ellos integrantes de la familia Yunes. Por el lado político, persecuciones, desapariciones, ejecuciones, muerte de periodistas, etcétera.
No faltan los malosos que pronostican que con la misma caña de pescar que Javier Duarte le regaló en septiembre pasado a Héctor Yunes Landa, éste podría “pescarlo” y exhibirlo como trofeo, ante el insistente reclamo de la sociedad veracruzana por los actos de corrupción del gobierno estatal. Haciéndose el chistosito, Duarte le dijo a Héctor en aquella ocasión: Te regalo esta cañita para que pesques esos peces gordos que buscas; incluyendo a los de tu familia, que “son peores”. Yunes Landa se sintió ofendido, y dicen sus allegados que le dijo a Duarte al oído, palabras más, palabras menos: Pues en una de esas podría pescar una ballena. ¡Eso sí calienta!, dijeron los observadores cuando se enteraron de lo que supuestamente dijo Héctor.
Y siguiendo con los bonitos acuerdos, ayer se apersonaron en las oficinas de Manlio Fabio Beltrones los aspirantes a contender por la gubernatura de “Oaxaca de Harp”: Mariana Benítez Tiburcio, Alfonso Gómez Sandoval, Samuel Gurrión Matías, Martín Vázquez Villanueva y Javier Villacaña Jiménez cumplieron con el triste papel de “paleros”, pues la disputa real de la candidatura, dicen los que saben, será entre Alejandro Murat Hinojosa y Eviel Pérez Magaña. Todos expresaron al presidente del CEN que están conscientes de la necesidad de mantener la unidad de los priistas de Oaxaca como paso indispensable para recuperar el gobierno del estado, en un momento en que la situación exige que todos aporten lo mejor de sí en beneficio de su tierra y del proyecto transformador que se impulsa desde el PRI. Como buen líder, Beltrones reconoció que en cada uno de ellos el partido tiene un valioso capital político que, al unirse, potencia la fortaleza y competitividad del PRI en Oaxaca, para ganar la elección y formar un gobierno estable y con un proyecto acorde con las exigencias de progreso y modernización de esa entidad.
Los analistas políticos bisoños dicen que el empresario Gerardo Gutiérrez Candiani, ex dirigente del Consejo Coordinador Empresarial, podría ser el elegido, en una jugada fantasmagórica, corriendo por fuera, porque no es priista. Ni tampoco el tricolor le debe algún favor para hacerlo candidato ciudadano; por el contrario, el señor Gutiérrez está resentido con el gobierno federal porque algunos integrantes del Gabinete del México Próspero lo han tratado con la punta del pie los últimos tres años. Además, Candiani no tiene capital político en la región, aunque sí capital económico, pues dicen los malosos que cuenta con el apoyo del “Adán Oaxaqueño del Siglo XXI”, aquel que cada semana se come una manzana de propiedades en esa hermosa ciudad.
¿Será?