Sin poner en duda la capacidad técnica de las encuestas gubernamentales sobre seguridad, la percepción social y las calles sigue teniendo dudas no sobre las cifras, sino sobre los resultados tangibles.
Las tendencias decrecientes de la violencia delictiva individualizada del Inegi el martes se ha encontrado que la percepción social sigue siendo negativa en números que deben ser preocupantes.
Y la razón está en las calles: por un lado, los indicios de delincuencia del fuero común que están llegando a todas las ciudades de alta población; y por otro lado, los ambientes violentos sobrecalentados en regiones donde las bandas criminales están disputándose a balazo limpio el poder territorial.
Para no ir más lejos, la crisis de seguridad del miércoles en Michoacán, Guanajuato y Jalisco incendió literalmente las redes en modo de pánico social. En esa falta de política de comunicación social de los organismos de seguridad se localiza la cifra alta de percepción negativa de la inseguridad en los sectores social: 62 por ciento.
El Gobierno de Felipe Calderón y su secretario Genaro García Luna impusieron un acuerdo político que obligaba a los medios de comunicación a cerrar la información sobre la inseguridad. El resultado fue una mayor percepción negativa porque la sociedad suponía que se estaba escondiendo información del caos en la estabilidad social.
Una política de comunicación social de Estado en materia de seguridad implica ir más allá de las cifras en modo solo cuantitativo y obligaría también a salir del margen estrecho de unidireccional de Las Mañaneras.
Las oficinas de comunicación social de las áreas de seguridad tienen el desafío de profesionalizar el manejo de la información no solo cotidiana, sino de promoción de los planes gubernamentales para construir una base mínima de estabilidad y entendimiento.
Zona Zero
- El Gobierno de Estados Unidos no quita el dedo del renglón y seguirá usando mecanismos de presión política y geopolítica sobre México para pedir mayores resultados en la destrucción de la infraestructura física, delictiva y política del narcotráfico mexicano. El llamado dron Kristi y sus spots en la televisión mexicana son política de comunicación social de la Casa Blanca en el territorio mediático y social mexicano. Y no tarda en nuevas medidas de presión que aplicará el Departamento de Estado.
(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.
@carlosramirezh
