El repliegue de las fuerzas federales de seguridad en la persecución de capos ha tenido su réplica en la falta de respuesta contundente contra la delincuencia al menudeo en las calles de las ciudades.

Se trata de delitos de orden común (estatal y municipal) que tienen que ver con agresiones a ciudadanos, pero sin que los gobernadores y alcaldes pongan atención debida. Los delitos contra las propiedades y las actividades económicas han crecido en más de 20% en lo que va del año.

El secretario federal de Seguridad, Alfonso Durazo Montaño, ha sido insistente en señalar que esa parte de la inseguridad se refleja en las estadísticas y que hay un modelo policial nacional, pero que las autoridades locales no han avanzado un milímetro.

Este descuido estatal y la falta de mecanismos coercitivos federales está subiendo las percepciones de inseguridad a nivel ciudadano. Del lado de los delitos de fuero federal, hay una calma chicha en el activismo de los cárteles, con excepción del Jalisco Nueva Generación, del grupo de El Chapo y de los huachicoleros de Santa Rosa de Lima.

Pero sea por una cosa o por otra, las informaciones diarias de delincuencia en las calles están restándole credibilidad a la estrategia nacional. De acuerdo con documentos oficiales, las autoridades federales sólo exhortan a las locales y éstas tienen el derecho de responder de manera positiva o negativa. Hasta ahora no ha habido un compromiso real por profesionalizar las Policías locales.

Las Policías locales carecen de experiencia para procesar información, para recopilar inteligencia de las bandas y para mapear la inseguridad. Y los policías en activos no han asimilado las nuevas tareas de organización compartimentalizada por delitos.

Al final, el caso es que el aumento de la delincuencia al menudeo está dominando el pánico social en las calles y se está convirtiendo en crítica a las autoridades federales por su corresponsabilidad.

Zona Zero

  • Después del niño ahogado, parece que nadie quiere tapar el pozo. El activista Julián LeBaron, a quien un cártel asesino a mujeres y niños de su comunidad mormona, ha denunciado que miembros de La Línea, grupo presuntamente responsable de esa masacre, se pasea por el pueblo sin que ninguna autoridad le exija cuentas.