En medio de un juicio en una corte de Estados Unidos con acusaciones graves de participar el tráfico de drogas de México a EU, el secretario calderonista de Seguridad Pública, Genaro García Luna, fue señalado por la Unidad de Inteligencia Financiera de acumulación de casi 750 millones de dólares de fortuna inexplicable.
Aunque los dos casos, el de México y el de Brooklyn, no están conectados ni forman parte de un mismo expediente, destaca el hecho de que las acusaciones mexicanas refieren una fortuna basada en la presunta corrupción de fondos públicos y la acumulación de una riqueza no justificada, en tanto que en EU los testigos están desfilando para revelar dinero del narco entregado presuntamente al exfuncionario y complicidades para facilitar el trasiego de droga.
El caso de presunta corrupción en México contra García Luna surgió en el escenario de una declaración del titular de la UIF en el sentido de que estaría ya terminado también el expediente para judicializar una acusación contra el expresidente Enrique Peña Nieto.
El contexto político es inocultable: las elecciones decisivas en Estado de México -Coahuila no importa- y las presidenciales de 2024, con el discurso presidencial obvio de que el pasado de corrupción no debe regresar.
De ahí que lo importante no es cumplir con los requisitos procesales de determinar culpabilidades en función de pruebas contundentes, sino la creación de un ambiente de repudio a partir de evidencias que buscan más la condena pública que judicial. Los dos expedientes de García Luna, la corresponsabilidad política del expresidente Felipe Calderón y los señalamientos contra el exmandatario Peña Nieto están alcanzando la precaria credibilidad del PAN y del PRI en las elecciones.
Como en sexenios pasados, incluyendo los de Calderón y Peña, la judicialización de la política reditúa votos.
Zona Zero
- En el escenario del juicio en Brooklyn y de argumentaciones opositoras sobre presuntos favores políticos a la familia de El Chapo Guzmán, las autoridades están desarrollando una muy importante ofensiva contra la estructura de poder del Cártel de Sinaloa, aunque planteando preguntas sobre las razones que están dejando sin perseguir al Cártel Jalisco, sin duda el más agresivo en la construcción de una fuerza letal que representa una amenaza contra el monopolio de la fuerza del Estado.
(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.
@carlosramirezh