Aunque se esperaba que la designación del secretario de la Defensa Nacional del Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo 2024-2030 se diera hasta la noche del 30 de septiembre, horas antes del inicio formal del nuevo Gobierno en el primer minuto del 1 de octubre, de manera sorpresiva y por boletín se anunció la designación de los secretarios de Defensa Nacional y de Marina Armada de México el pasado viernes 6.

En el caso de la Sedena, la designación cayó en el general Ricardo Trevilla Trejo, un divisionario que ha recorrido todas las instancias estratégicas y delicadas de la estructura castrense, comenzando con el manejo de la oficina de comunicación social y su decisión de abrir la información y la dependencia del ramo que allá por el Gobierno de Felipe Calderón se consideraba casi secreto de Estado.

La preparación del general Trevilla Trejo ha sido escalafonaria, pero también con sentido de capacitación estratégica, además de contar con la maestría de administración militar para la seguridad interior y defensa nacional y de administración pública en la institución civil de la Universidad del Valle de México.

En el sexenio actual, el general Trevilla Trejo tuvo a su cargo el diseño e implementación operativa de una de las decisiones estratégicas más importantes del presidente López Obrador y del general secretario Luis Cresencio Sandoval González: la reorganización del Ejército en la administración pública separando el cargo de titular con la tarea prioritaria de relaciones de la parte militar del Ejecutivo con áreas civiles del Estado y creando la jefatura formal del Ejército con un mando directo para el manejo de tropas.

Y a ello agregó la creación del Estado mayor conjunto Defensa-Fuerza Aérea también como labor mixta de administración pública y control interno.

El mensaje de la presidenta Sheinbaum es obvio: continuará la modernización y  jerarquización militar en la administración pública por otro sexenio.

 

Zona Zero

  • Cuando se pensó en la reorganización de la Sedena separando funciones político-administrativas de las del manejo de tropas se incluyó en el organigrama original a la Guardia Nacional como cuarta arma del sector militar, pero la incomprensión política y de la Suprema Corte respecto a la seguridad interior bloqueó una decisión que estaba articulada a la identificación de la inseguridad nacional como un problema de seguridad interior por la captura de Estado a instituciones por parte del poder fáctico del crimen organizado.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

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