Eso de que El Bronco es independiente es más falso que un billete de 15 dólares.

 

Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón fue diputado federal, local y presidente municipal de García, Nuevo León, con el apoyo, financiamiento y facilidades del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

 

Efectivamente, el 7 de junio de 2015 se convirtió en gobernador con 48.8% de los votos emitidos a su favor y con una amplia diferencia sobre los candidatos Ivonne Álvarez (PRI) y Felipe Cantú (PAN).

 

Y también es cierto que su estilo de gobernar a través de redes sociales, hablar recio, apodar a sus seguidores como "raza" y despotricar contra los medios electrónicos de comunicación le han creado cierta fama; pero insistimos, de independiente no tiene nada: es empleado de algunos empresarios.

 

¿Quién no recuerda esas conferencias de prensa donde se anunciaba que ningún contrato de obra pública se volvería a entregar a amigos, socios, cómplices o cercanos al gobernador? ¿Cómo no festejar el banderazo contra los moches, diezmos, comisiones y corrupción? ¡Pero más rápido cae un bronco que un cojo!

 

El despacho de abogados de la familia de Fernando Elizondo Barragán sí participó en las negociaciones con la armadora KIA, las cuales ahora ataca el gobierno de Rodríguez. Claro, el cercano funcionario a El Bronco dice que no hay conflicto de interés. Y por si fuera poco, la empresa del secretario de Desarrollo Económico (Turner) les venderá 20 mil piezas de sistemas de escape de gases para autos que saldrán de la planta de KIA en Pesquería, Nuevo León. ¿No que muy puros y santos?

 

El Bronco y sus amigos no son igualitos a los otros políticos, sino peores: se dicen ovejas pero son unos lobos hambrientos. En cinco meses supimos del Cobijagate, del negociazo con KIA Motors, de la matanza en el penal de Topo Chico y de la renuncia de 12 funcionarios de su gabinete, quienes en privado aseguran que "este gobierno es de niños, comparado con el de Duarte o Moreira".

 

En menos de un semestre se abrió el dependiente de algunos empresarios: va tras la lana; mentársela a los dueños de la radio y la TV le deja seguidores; es un intolerante que no permite que nadie le diga nada (y si se atreven, los corre), y está dedicándose a promocionarse rumbo a las elecciones de 2018. Claro, el estado de Nuevo León solamente es un instrumento para su sueño: la Presidencia de la República.

 

¡Cuidado, Nuevo León va directo a la ingobernabilidad!

 

Estado de México.- Para cuidar la salud de los mexiquenses y sus mascotas, así como para continuar con cero casos de rabia en humanos, el gobernador Eruviel Ávila puso en marcha la Semana Nacional de Vacunación Antirrábica Canina y Felina, que tiene como meta aplicar de manera gratuita más de 2.6 millones de vacunas a mascotas.

 

Quintana Roo.- El aeropuerto de Cancún incrementará su capacidad de tráfico aéreo en 40% entre 2016 y 2018, al pasar de 25 a 35 millones de pasajeros, gracias a las ampliaciones de la Terminal 3 y la construcción de la Terminal 4, convirtiéndose en uno de los mayores empleadores del país. El presidente Peña, durante la inauguración de la T3, destacó los logros en captación turística en su administración, mientras sonreían el secretario De la Madrid y el gobernador Borge.

 

Guanajuato.- El gobernador Miguel Márquez falló en la atracción de inversiones de empresas del sector calzado y marroquinería que buscan salir de China ante el encarecimiento de los costos de producción. Qué lástima y qué desperdicio, porque su estado tiene todo: es el clúster zapatero de América Latina, posee los obreros calificados, cuero de calidad y una situación geográfica estratégica. El problema es que sus compañeros de gabinete están dormidos y la inseguridad obliga a los inversionistas a mirar otros sitios del planeta.

 

Sonora.- La única mujer en la Conago, Claudia Pavlovich, logró en pocos meses de gobierno convertir a la entidad en la más transparente y con mayor rendición de cuentas. Y se dice fácil, pero hay que recordar que su antecesor (Guillermo Padrés) alcanzó niveles escandalosos de corrupción. Bien por la gobernadora. Pero ¿cuándo se llamará a cuentas al panista?

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