Cada vez que se reúnen, uno al otro se piden lo mismo: ¡Apóyame!
Y el uno y el otro -o el otro y el uno, como prefieran- se responden igual: ¡Apóyame tú!
Ellos son el senador Ernesto Cordero y el ex gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva. Ambos con el deseo de convertirse en el próximo dirigente del Partido Acción Nacional. Y hasta ahora, ninguno de los dos quiere desistir y sumarse al otro.
Según las encuestas, Cordero cuenta con más simpatías por parte de los militantes. Pero Oliva tiene mucho más trabajo de tierra y de organización en el partido.
Y por lo que han calculado y analizado los propios interesados -además de los especialistas en este tipo de elecciones-, quien tiene mayores posibilidades de triunfo así como están las cosas son aquellos que tienen mayor capacidad para mover las estructuras (hecho, por cierto, que reconoció ayer la propia Josefina Vázquez Mota para no entrarle a la competencia).
Bajo ese razonamiento de poder -la fuerza de la estructura partidaria frente a la simpatía de los militantes-, Oliva tendría mayores posibilidades para disputarle la carrera a Gustavo Madero. Pero Cordero no quiere cederle al guanajuatense la primera posición.
Divididos, no tienen ninguna posibilidad frente a Madero, aseguran sus propios compañeros.
Pero por lo que se ve, la decisión de aliarse -si la toman- aún no madura.
“Tal vez cuando llegue la hora de presentar las 20 mil y tantas firmas que requieren para inscribirse en la carrera. Y no tanto porque no las puedan reunir (seguramente los tres las conseguirán), sino porque Cordero y Oliva ahí tendrán más claro cuáles son sus verdaderas posibilidades”, comentan, no sin cierta decepción.
Bueno, en lo que se deciden, ya por lo pronto Cordero solicitó licencia en el Senado para entrarle a la contienda.
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MORENO VALLE SE LUCIÓ.- Al gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, le fue súper bien como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
Ayer el mandatario poblano pasó la estafeta para los próximos seis meses a su homólogo de Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre, con casa llena en torno al Presidente de la República y en el mejor de los ambientes:
Todos los gobernadores -a excepción del quintanarroense Roberto Borge que abandonó la sesión de último momento- y el jefe de gobierno del DF presentes; los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; de Hacienda, Luis Videgaray; de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza; de Educación, Emilio Chuayffet, y de Desarrollo Social, Rosario Robles, así como del director del Sistema de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez Sánchez.
El momento del aplauso, inevitable: el reconocimiento a Enrique Peña Nieto por la detención de Joaquín El Chapo Guzmán.
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LES TORCIERON LA MANITA.- No todos los gobernadores quedaron muy contentos con lo que sucedió en la reunión de la Conago. Y es que el tema era ese que a muy pocos agradó: la reciente reforma hacendaria, en particular en lo relativo al nuevo Régimen de Incorporación Fiscal.
Al final de cuentas, los gobernadores firmaron un Anexo de Colaboración con el cual las entidades federativas promoverán, en sus respectivos territorios, la inscripción al Registro Federal de Contribuyentes y brindarán a los contribuyentes la orientación para el cumplimiento de sus obligaciones fiscales.
Y claro, Videgaray les agradeció mucho que colaboraran con el gobierno de la República para promover la formalidad, así como para coadyuvar en la vigilancia del cumplimiento de las obligaciones fiscales.
Los gobernadores hicieron como que les interesaba mucho el tema… y el apoyo.
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GEMAS: Regalito de Josefina Vázquez Mota: "Ni he deshojado la margarita, ni tiro la toalla”.