¿Saben qué fue lo que llamó ayer la atención en el nuevo formato de comunicación que implementaron desde Los Pinos?
Dos cosas: La forma en que se condujeron los principales ponentes –Pedro Joaquín Coldwell, Emilio Lozoya Austin y Enrique Ochoa Reza– y algunos datos importantes que pasaron por alto en sus exposiciones.
El marco fue el Museo Tecnológico. Un recodo en su patio. Espléndido el lugar, bien ambientado, sin problema alguno para acceder –hubo más de un centenar de invitados–, ni maltratos, ni tardanzas, ni fallas en micrófonos o en la pantalla.
De diez esa parte.
El objetivo: “Dar a conocer los avances en la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto”.
Aquí es donde encontramos algunos bemoles.
Abrió el secretario de Energía. Su exposición, sólida, atractiva, acompañada en imágenes con los principales datos duros. Con una buena, amplia y a la vez sencilla explicación sobre los pasos que se han dado y lo que esperan en los próximos tres, cuatro años.
Entusiasmaban los datos que ofrecía Pedro Joaquín. Pero adolecía de omisiones. Poco refirió sobre lo acontecido con la Ronda Cero, la caída del precio del petróleo y –como anotara el panista Ricardo Anaya– ni una palabra sobre el precio de la gasolina.
Tocó luego el turno del director de Pemex. Lozoya, la verdad, fue un desastre en su intervención: disperso, aburrido, sin empatía con los asistentes –ya no digamos con la sociedad–, con un discurso improvisado, mal armado. Su actitud más bien era la de “qué flojera estar aquí”.
Uno de los consultores ahí presentes comentaría al escucharlo: “Si así entusiasma a los posibles inversionistas no habrá quien se acerque…”
Tercero al micrófono, el director de la Comisión Federal de Electricidad. Ochoa Reza devolvió el ánimo a los empresarios e invitados asistentes. Si bien había muchos datos técnicos, los expuso con facilidad y apoyo de láminas y mapas que permitían darse una buena idea de los gasoductos, las centrales, la conversión del combustóleo en gas natural, el camino de los precios.
¿Cifras muy optimistas en relación a la baja de las tarifas eléctricas? Sin duda (nuestra realidad no llega a tanto). Pero es parte del discurso presidencial.
Lo que siguió fueron participaciones de empresarios beneficiados por la reforma. Y la verdad, sería preferible ahorrarse esa parte. Tanto para unos como para otros. Evitarían el descrédito.
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ESTRATEGIA ESPEJO DEL PAN.- Ante el nuevo estilo de comunicación del gobierno federal para dar a conocer los avances en las reformas, el grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados decidió hacer lo propio.
Según el diputado Juan Pablo Adame, implementarán una “estrategia espejo” para ir evaluando y cuestionando los informes que den los funcionarios del gobierno, tal y como lo hizo ayer su coordinador parlamentario en torno al precio de la gasolina.
Hoy, el diputado Juan Bueno Torio (ex director de Pemex refinación) abundará en los aspectos técnicos sobre el mismo tema.
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LES GANARON LA NOTA.- Mientras se echaba a andar este nuevo formato de comunicación –en el que por cierto no hubo mayor nota pues los datos ya se conocían– otros hechos y declaraciones se llevaban los titulares en portales y noticieros.
Desde temprano –en el noticiero de Ciro Gómez Leyva–, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, se ganó el espacio con el anuncio de que los impuestos –contra la posibilidad que había esbozado hace poco– “no bajarán” en 2016.
Al poco rato, la noticia principal fue el parón que le dieron en la Cámara de Diputados a la Ley General de Aguas. Luego el informe del relator de la ONU sobre la tortura y la respuesta de la cancillería mexicana. Y por si faltara algo, el precio del peso frente al dólar: 15.81 en bancos.
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GEMAS: Regalito del cineasta Guillermo del Toro: “Si tuviéramos el porcentaje de fallas que ha tenido el gobierno mexicano, estaríamos desempleados”.
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