De entrada digamos que el formato del debate en Colima fue ¡horrendo!
Acartonado y “cuidando” a los participantes en extremo, por más que Leonardo Curzio (moderador) intentó –fallidamente, desde nuestro punto de vista– darle algo de movimiento.
Y es que eso de mantener siempre a cuadro a quien estaba al habla –rara vez abrieron la cámara–, sin dejarnos ver los gestos y las reacciones de los candidatos participantes, hizo aburrido y pesadísimo seguir el debate.
Los 10 primeros minutos de la transmisión fueron verdaderamente prueba de fuego para quienes seguíamos por internet el debate: tras las presentaciones de rigor, comentarios del moderador como si se tratara de un noticiero y luego entrevistas a ciudadanos sobre la desconfianza en los políticos…
Luego, para mala suerte, abrió el debate el representante del Partido Encuentro Social (PES), Gerardo Galván, que poco o nada interesa en esta contienda colimense que se define el domingo próximo, y después el de Movimiento Ciudadano, Leoncio Morán, que tampoco resultaba nada atrapante.
Si hubieran dejado una toma abierta en la que pudiéramos apreciar a los otros candidatos, seguramente hubiera sido mucho más potable aquello; pero como no fue así, y cada uno aparecía a cuadro hablando a la cámara, fue realmente aburrido.
¡Hasta el minuto 10!, decíamos, apareció uno de los principales contendientes: José Ignacio Peralta, abanderado de la coalición PRI, Verde, Nueva Alianza y PT.
Huelga decir que el priista no fue precisamente atrapante, pero eso es historia de otro costal.
Tocó luego el turno al panista Jorge Luis Preciado y comenzó finalmente el debate. Aunque muy limitados, insistimos, porque nunca nos dejaron ver las reacciones de los otros, ni siquiera cuando eran cuestionados directamente.
Sólo en algún momento pasaron una imagen general, pero de tan lejos y tan rápido, que en poco abonaba y seguíamos sin el contexto lo que acontecía.
En fin, ¡urge cambiar el formato de los debates! ¡Urge!
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Golpes fuera de lugar.- Que Preciado es un buen polemista, lo sabíamos. Aunque desde nuestro punto de vista, se le pasó la mano en el debate en algunos momentos.
Por ejemplo, nos pareció de mal gusto –y peor aún, innecesario– que echara mano de un video difamatorio contra Peralta (al igual que lo hizo el priista contra él) y lo sacara a colación durante el debate.
Era más que suficiente la relatoría que previamente había hecho a propósito de la inseguridad:
–Fernando Morena Peña, baleado con cuatro tiros por el crimen organizado; Gustavo Vázquez, se le cayó el avión por un acto de corrupción; Silverio Cavazos, también de tu partido, asesinado afuera de su casa por el crimen organizado; Mario Anguiano Moreno, tu gobernador, no pasó la prueba del polígrafo, y su secretario general de Gobierno, ahora presidente del PRI, que tanto te defiende, Rogelio Rueda, reprobó el examen de control y confianza.
No había necesidad de golpes bajos. Pero el panista no se aguantó. Quiso devolver agravios y terminó utilizando frases de mal gusto.
En cuanto a Nacho Peralta, nomás no resulta atractivo. Mediano en sus pronunciamientos y con la historia de su partido en contra. Y también con señalamientos muy, muy bajos, para tratar de posicionarse.
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Sorprendió la perredista.- De los seis candidatos a la gubernatura de Colima que participaron en el debate del domingo por la noche, quien más nos llamó la atención fue la perredista Martha Zepeda del Toro.
Centrada, buena para expresarse, haciendo señalamientos pertinentes y con jiribilla a los principales contendientes.
En cambio nos decepcionó el general Francisco Gallardo, abanderado de Morena. No iba preparado para el debate.
El del PES, Galván, nada tenía que hacer ahí. Y Morán, el de MC, pasó sin pena ni gloria.
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GEMAS: Obsequio de la procuradora general de la República, Arely Gómez: “(El Chapo Guzmán) ya no tiene nada qué aportar a la investigación que se le sigue en nuestro país”.

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